Como atletas, tanto tu como tu caballo debéis calentar correctamente antes de cualquier entrenamiento exigente. Siempre vamos con prisa y puede ser tentador acortar el calentamiento, pero cuidado, que puede tener consecuencias. No calentar los músculos de tu caballo correctamente los hará más propenso a sufrir lesiones.
Echa un vistazo a estos 5 consejos, de la entrenadora de doma Julie Frizzell ( www.dressagecoaching.co.uk ), y asegúrate de que tu caballo y tu os mantenéis sanos y en forma.
1. Antes de montar
Preparar a tu caballo antes de montarlo te ayuda a calentar y activa el flujo sanguíneo a los músculos. También puedes hacer algunos estiramientos más específicos justo antes de subir. Levantando los brazos por encima de la cabeza, estírate hacia arriba y gira la cintura lentamente hacia la izquierda y hacia la derecha. Dar un paso hacia adelante y agacharse doblando la pierna contraria y hacer lo mismo hacia atrás y hacia los dos lados, son excelentes maneras de calentar los isquiotibiales, los músculos internos del muslo y los flexores de la cadera. Para tu caballo, usar una alfombra magnética le ayudará a estimular la circulación de la espalda.
2. Poneos en movimiento
En la primera parte del calentamiento fomenta la relajación y haz que los músculos empiecen a trabajar suavemente. Manten este trabajo agradable y simple para ambos, pasando los primeros cinco minutos caminando en un contacto ligero montando círculos grandes y frecuentes cambios de dirección. Comprueba que su paso tiene un ritmo regular. Durante esta fase y si es seguro hacerlo, desliza los pies fuera de los estribos y deja que las piernas cuelguen para estirar los glúteos, los flexores de la cadera, los isquiotibiales y los músculos de las pantorrillas.
3. Fomenta la flexibilidad
Mientras camina, haz algunos círculos más pequeños pidiendo un poco más de flexión. Introduce movimientos que mantengan la atención de tu caballo, además de trabajar en su flexibilidad. Intenta un trabajo lateral simple, como una cesión suave y asegúrate en mantener ángulos poco pronunciados.
4. Que sea fácil para él
Ahora puedes acelerar el ritmo pero asegúrate de que el trabajo que le pides es fácil para él. Los movimientos difíciles solo harán que sus músculos se tensen cuando lo que interesa es lograr relajación. Si el galope le es más fácil que el trote, muévelo directamente al galope y vuelve al trote más adelante.
5. Fomenta la rectitud
Enfoca la parte final del calentamiento en la rectitud y el control sobre las espaldas. Intenta montar en semicírculos, separados por líneas rectas y verifica si puedes mantener una verdadera incurvación del cuello hasta la cola en sus semicírculos, y luego enderezar al caballo para que sus espaldas permanezcan en dos pistas al iniciar las líneas rectas. Tendrás que concentrarte en montar este ejercicio desde las piernas para mantener el control. La tentación es utilizar demasiado la mano, pero el resultado suele ser siempre que el caballo se acabe torciendo.
Fuente: yourhorse.co.uk/