Los cascos de tu caballo son resistentes y pueden adaptarse a diferentes superficies, siempre y cuando les prestes la atención adecuada y cuides del equilibrio entre las superficies húmedas y secas.
¿Dónde sueles montas a tu caballo? ¿Pasas la mayor parte del tiempo en pistas de doma o saltos? ¿Sales de paseo? ¿Haces rutas largas por montañas y suelos con mucha piedra? ¿Vas a menudo por carreteras asfaltadas? Hay que tener en cuenta las superficies en las que solemos montar a nuestros caballos a la hora de cuidar sus cascos.
Cinco puntos clave a tener en cuenta
El casco es una estructura resistente y adaptable. Para asegurarte de aprovechar al máximo la adaptabilidad de sus cascos, ten en cuenta estos puntos.
1. Comienza con lo básico: buen forraje, agua fresca y limpia y movimiento. Por simple que parezca, a menudo se ven centros con heno de mala calidad y bebederos sucios. Que tu caballo tenga la posibilidad de moverse con libertad es vital para que los cascos estén sanos y se adapten a diferentes superficies. Si se encuentra en un establo, sus cascos no pueden responder al medio. Experimentará una mayor exposición al estiércol y la orina, y su musculatura y circulación se verá afectada por permanecer inmóvil en una sola superficie.
2. Adaptar a tu caballo para el uso que tienes en mente lo preparará no solo para el ejercicio, sino también para las superficies en las que se encontrará. Por ejemplo, si tu caballo está en un pastizal cinco días a la semana, donde la hierba es espesa y el suelo es suave, pero quieres montarlo por caminos de grava durante el fin de semana, es posible que la superficie le incomode. Avanzará con cautela, al rato le dolerán los cascos y es posible que la próxima vez que lo lleves por ese camino rehuse e intente evitarlo. Es el equivalente a andar descalzo después de usar zapatos la mayor parte del tiempo. Tus pies están tiernos y no están acostumbrados al cambio.
3. Los suplementos pueden ayudar en algunos casos, consulta con tu podólogo o veterinario. Pero recuerda que tu caballo necesita aire fresco, múltiples superficies en las que poder moverse, terrenos húmedos para sus pies, buena alimentación e hidratación y ejercicio.
4. Si planeas un cambio inusual o a corto plazo en las superficies de montar a las que expondrás a tu caballo, adaptalo gradualmente para esa superficie o utiliza botas para ofrecer protección temporal. Herrar a tu caballo para ese gran paseo interrumpirá su rutina y su adaptabilidad normal. En otras palabras, utiliza una solución a corto plazo para un problema a corto plazo. Si deseas adaptar a tu caballo a una superficie, empieza lentamente y ves aumentando progresivamente el tiempo de exposición.
5. Si tu caballo tiene mucha sensibilidad y parece que no se le adaptan los cascos a las nuevas superficies, quizás necesita más tiempo. Mira tus rutinas. ¿Está aprovechando al máximo su habilidad natural para desarrollar un buen casco? Habla con tu podólogo/herrador y con tu veterinario.
Superficies secas y mojadas
Es importante recordar que los cascos de tu caballo interactuarán con las superficies en las que vive y sobre las que usa. Un casco sano ofrecerá la mejor defensa contra condiciones extremas.
- Las superficies SECAS absorben la humedad de los cascos. Superficies como arena, tierra, algunas superficies sintéticas, condiciones desérticas y suelos afectados por la sequía. El casco pierde humedad, lo que puede hacerlo más frágil y menos elástico. La humedad es necesaria para la salud de los cascos, por lo que si un caballo se mantiene en ambientes constantemente secos, sus cascos pueden sufrir si no se toman las medidas necesarias para proporcionar esa humedad. Un caballo que vive en un establo con camas profundas puede sufrir este mismo problema si las virutas o las camas están excesivamente secas.
En estos ambientes secos, es importante encontrar una buena fuente de humedad. Deja que tu caballo permanezca en terrenos húmedos, o mojados. También puedes dejar que el bebedero común “se desborde” para que tu caballo tenga que pararse en un área húmeda para beber.
- Los ambientes HÚMEDOS son buenos para el casco, pero demasiada humedad también puede causar problemas. Los caballos que pasan demasiado tiempo en condiciones muy húmedas, desde el rocío en la hierba hasta el agua estancada en su hábitat, pueden crear infecciones fúngicas o exposición bacteriana. Si bien la humedad es esencial en el entorno de los cascos, permanecer de pie sin cesar en el barro o el agua no es beneficioso.
Es importante que tengan un lugar seco o más alto para pararse si su prado o pastos están embarrados. Cuando movamos a los caballos por senderos embarrados hay que permitirles que se tomen su tiempo para que no tiren de los tendones y ligamentos mientras quitan sus cascos de la succión causada por el barro.
Tanto si hablamos de alimentación, cria o monta, tenemos que encontrar el equilibrio y darle al caballo la oportunidad de utilizar sus herramientas naturales. Los cascos de los equinos son estructuras asombrosas y muy resistentes, y por norma general se adaptarán al entorno natural en el que se encuentre.
Fuente: equinewellnessmagazine.com