En el artículo anterior hacíamos hincapié en la importancia de entender el funcionamiento de nuestro Sistema Nervioso, ya que cuando más nos entendamos a nosotr@s mism@s más fácil nos será ser congruentes a la hora de comunicarnos con nuestros caballos;
La Teoría Polivagal es una teoría que describe cómo toda teoría un conjunto de ideas que explican un fenómeno, deducidas a través de la observación, la experiencia y/o el razonamiento lógico. Según esta teoría, gran parte de la conducta social y las emociones tienen importantes condicionantes fisiológicos, los cuales son una consecuencia del peculiar modo en que los mamíferos han resuelto la regulación del Sistema Nervioso Autónomo a través del Nervio Vago.
Si una cosa les desagrada a los caballos son las incongruencias; cómo coach (y también jinete) lo que veo muchas veces es que lo que el jinete quiere hacer (la intención), lo que piensa (el cómo pedir el ejercicio correctamente) y el que su cuerpo intenta comunicar al caballo, no van de la mano. No van de la mano por diferentes motivos que no exploraremos ahora mismo, pero lo que siempre tienen en común todos los casos es que el humano no sabe que está siendo incoherente con lo que le está pidiendo a su caballo. El humano no tiene consciencia de que está pidiendo, muchas veces, acciones contrarias.
Por lo tanto no es sorprendente que el caballo acabe por desconectar, enfadarse y luchar o querer huir de nosotros.
Para que esto no pase, tenemos que trabajar nuestro lenguaje corporal, nuestra mente y saber exactamente lo que queremos de nuestro caballo, del ejercicio en cuestión o de la situación;
Es curioso porque cuando sabes entenderte a ti mismo, la esencia del movimiento que deseas, los caballos lo perciben y cambian al momento; ¿te ha pasado alguna vez que tu tienes cierto problema, puede ser de comportamiento o no, con un caballo, y lo coge otro y este problema desaparece completamente?
Empezar por nuestro Sistema Nervioso es la clave para poder conectar con tu caballo, pie a tierra o montado, lo que se necesita de base para poder ir avanzando es una buena conexión. En las dos gráficas de abajo podemos ver los distintos comportamientos que tenemos tanto humanos como caballos dependiendo de la zona en que nuestro Sistema Nervioso opera:
Para que nuestro entreno y relación con el caballo sea efectiva (y con nosotros mismos también) tenemos que poder interactuar en el modo Social. Tenemos que oscilar entre el Simpático Social y el Parasimpático, para que el caballo aprenda de una manera ética, respetuosa y efectiva, sin comprometer nuestra relación con ellos.
Lo que quiero decir con esto es que: es inevitable a veces pedir un poco más o equivocarnos y con ello, estresar a nuestro caballo. Imposible no hacerlo mal. Pasa, y pasa muchas más veces de lo que nos gustaría, pero SIEMPRE podemos parar y esperar a que el caballo (o nosotros) volvamos al modo Social Parasimpático (nuestros caballos bostezan, se lamen los labios, bajan el cuello y la cabeza, relajan y parpadean con el ojo, etc. Más info en el artículo: Nuestro caballo y la regulación emocional. De esa forma la relación con nuestros caballos no se deteriora, ellos siguen conectados y se sienten escuchados; nosotros ganamos un compañero fiel y el saber que no le hemos fallado.
Siguiendo la teoría Polivagal como baremo para evaluar nuestro método de entrenamiento, estamos trabajando para que tanto el sistema nerviosos del caballo (mente) cómo sus músculos, tendones y ligamentos, NUNCA se estresen de forma negativa y como consecuencia, la flexibilidad del cuerpo del caballo viene naturalmente de una forma cooperativa, sin la necesidad de forzar nada ni nadie; los movimientos se vuelven realmente flexibles y armoniosos y las lesiones son mínimas, por no decir inexistentes.
Hay gente de caballos que tiene una sensibilidad increíble, y aunque a veces no lo sepa explicar de una forma científica y clara para los que no tenemos este don, están siempre trabajando des del modo Social Parasimpático, tanto con sus caballos como consigo mismos.
Es en este modo que la magia ocurre.
Es cuando estamos los dos cuerpos en este estado, cuando realmente la Simbiosis se forma. Todo fluye, todo está perfecto.
Es este tipo de conexión la que necesitamos para que podamos bailar juntos cooperando el uno con el otro, disfrutando y liberándonos. Jugando al interminable juego de los equilibrios.
Para mi, como entrenadora y jinete, los dos descubrimientos que han hecho que el nivel de conexión con los caballos (especialmente los que venían con trauma) y la facilidad de educarlos incrementara de una forma exponencial y súper rápida han sido:
- Primero conocerme a mí misma. Tanto físicamente como a nivel interno, trabajarme emocionalmente y crecer cómo persona. Despojarme de antiguas creencias limitantes y de autosabotaje.
- Segundo entender y trabajar con la Teoría Polivagal de Stephen W. Porges. (juntamente con el funcionamiento del Sistema Nervioso y el comportamiento etológico equino).
“El fin de semana del 17 de febrero, se celebra el primer Simposioum de AEFA en Madrid. Han sido super amables y me dejarán un rinconcito para charlar sobre la importancia de la conexión emocional del humano hacia el caballo a la hora de aplicar tratamientos, ya sean veterinarios o de fisioterapia, y las consecuencias que esto tiene a nivel tanto de bienestar cómo de recuperación del animal: animales contentos y confiados se recuperan antes, y los que trabajamos con ellos nos libramos de muchos problemas que hacen que nos podamos poner en situaciones peligrosas y ahorrar en tiempo, ya que es mucho más fácil tratar un animal confiado y relajado, a uno que no lo esta.”