En la actualidad, cualquier profesional del sector legal que piensa en Derecho Deportivo, centra su juicio en deportes tan habituales como el fútbol, el baloncesto o el tenis.
Sin embargo, el término Derecho Deportivo engloba otros deportes como pueden ser los relacionados con el ámbito ecuestre.
En la actualidad, la hípica está considerada por la normativa vigente, como el único deporte practicado en igualdad de condiciones.
Pero, ¿a qué se refiere esta afirmación? Pues bien, tanto las competiciones como los entrenamientos se llevan a cabo por hombres y mujeres, sin que se cree una categoría en específico para cada género.
Así pues, como sucede en cualquier actividad física, pueden producirse diversos problemas jurídicos relacionados tanto con el animal como con los restantes miembros que participan en este deporte (desde organismos públicos hasta entidades privadas o, personas físicas).
Estos conflictos legales pueden ser muy diversos, destacando los relativos a la compraventa o cesión de caballos, en las que pueden surgir vicios ocultos o bien, accidentes derivados de la práctica de la equitación que pueden a su vez originar responsabilidad civil.
En correlación con lo anterior, también se encuentra el Derecho Penal, toda vez que también cualquier caballo puede sufrir maltrato animal o el Derecho Administrativo en sus términos más amplios (materia de dopaje, sanciones o incluso urbanismo – véase las licencias que han de ser otorgadas para la creación de un centro ecuestre –).
Incluso, también resulta de aplicación la normativa Laboral (trabajadores de distintas hípicas y otras entidades) o la Mercantil (habida cuenta de que muchos centros ecuestres penden de una Sociedad).
En este sentido, la jurisprudencia y la doctrina han desarrollado figuras jurídicas tan relevantes como la Teoría del Riesgo. Dicha Teoría, valga la redundancia, se aplica en el campo de la responsabilidad civil y lo que permite es determinar la misma, cuando se ha producido un daño a un tercero.
Para que pueda mediar la imputación de dicha responsabilidad civil, es necesario que concurran los requisitos tasados, lo que implica un estudio pormenorizado de cada asunto.
A nivel ejemplificativo: Se produce una caída de una persona, mayor de edad, mientras montaba a un caballo de alquiler. Dicho équido, no era adecuado para sus conocimientos. ¿Se podría imputar responsabilidad civil al profesional ecuestre?
Otras controversias pueden ser:
- El fallecimiento de un animal siendo transportado por un profesional.
- El fallecimiento de un équido por una negligencia veterinaria.
Como se ve y, en conclusión, son diversas las controversias jurídicas en las que un especialista en Derecho Deportivo puede participar en el seno del deporte ecuestre.