Identificar los genes que influyen en ciertos comportamientos en los equinos ayudará a establecer una base científica para criar caballos con comportamientos que se alineen con el trabajo que se supone que deben realizar.
En los caballos, la genética puede desempeñar un papel fundamental a la hora de determinar la idoneidad para tareas o deportes específicos. Sin embargo, la falta de coincidencia entre el temperamento de un caballo y su función prevista puede tener efectos adversos tanto en el caballo como en sus cuidadores humanos. En una colaboración de investigación, el profesor de Ciencias Animales de la Universidad Estatal de Colorado, Temple Grandin, y el profesor de Comportamiento Animal de la Universidad de Nueva Inglaterra, Paul McGreevy, se están embarcando en un estudio para identificar los genes que influyen en el comportamiento de los caballos.
Cómo empezó el proyecto
Este proyecto transformador, dirigido por McGreevy y apoyado por una subvención de la Comisión Fulbright, tiene como objetivo sentar las bases para hacer coincidir con mayor precisión a los caballos con sus funciones mediante el descubrimiento de las raíces genéticas de comportamientos específicos de los caballos. La colaboración se inició durante la visita de McGreevy a CSU en 2022, donde se conectó con el reconocido experto en comportamiento animal, Temple Grandin.
El estudio busca identificar genes que hacen que los caballos sean propensos a ciertos comportamientos en condiciones específicas. Al hacerlo, McGreevy y Grandin aspiran a establecer una base científica para criar caballos con temperamentos que se alineen perfectamente con el trabajo que deben realizar. Esto podría revolucionar los programas de cría, mejorando su capacidad para predecir y seleccionar comportamientos deseables en los caballos.
El rol de la Asociación del Cuarto de Milla Americano
Uno de los componentes clave de esta investigación es involucrar a “científicos ciudadanos”, un grupo diverso de entusiastas de los caballos, específicamente propietarios de caballos Cuarto de Milla americanos. Con 280.000 miembros pagos divididos en varias disciplinas, la American Quarter Horse Association (AQHA) proporciona una rica fuente de datos. Los propietarios voluntarios de caballos Cuarto de Milla contribuirán con información valiosa sobre el comportamiento de sus caballos, complementada con datos genéticos codificados en muestras de pelo de la cola.
Cuestionario de investigación y evaluación del comportamiento
La innovación del estudio radica en el Cuestionario de investigación y evaluación del comportamiento equino (E-BARQ), una herramienta desarrollada para recopilar datos detallados informados por los propietarios sobre los comportamientos observados de los caballos. Este cuestionario elimina juicios subjetivos, permitiendo un análisis más objetivo del comportamiento equino. Con más de 5.000 caballos que ya contribuyen a la base de datos E-BARQ, han surgido ideas importantes, como los cambios de comportamiento relacionados con la edad y el impacto del género de los cuidadores en el comportamiento de un caballo.
McGreevy visualiza el proyecto de ciencia ciudadana Quarter Horse como un punto de inflexión para abordar el «desperdicio de comportamiento». Este término se refiere al desafío de descubrir la inadecuación de un caballo para un rol solo después de un entrenamiento extenso, lo que genera caballos estresados y posibles lesiones para los jinetes.
Este esfuerzo de colaboración entre el mundo académico y los entusiastas de los caballos tiene el potencial de remodelar el panorama de la cría de caballos, marcando el comienzo de una nueva era en la que la selección genética desempeña un papel más importante a la hora de optimizar la idoneidad de los caballos para tareas específicas.
Fuente: Equine Wellness Magazine