Para resumir y centrarnos en los procesos de aprendizaje utilizados en la equitación, podemos hablar de dos grandes categorías; el aprendizaje no asociativo y el aprendizaje asociativo.
1- El aprendizaje no asociativo
Es aquel en que están implicados la habituación y la sensibilización. En la habituación, la respuesta del caballo a un estímulo disminuye. En cambio en la sensibilización la respuesta a un estímulo aumenta.
- El proceso de habituación sin nuestra intervención se llama habituación gradual. Un ejemplo puede ser cuando un caballo se acostumbra a los tractores que pasan por delante de su paddock y progresivamente deja de reaccionar a su paso.
- Cuando nosotros intervenimos para fomentar esa habituación lo llamamos desensibilización. Este proceso se puede realizar utilizando diferentes técnicas como el acercamiento condicionado, el overshadowing, el contra-condicionamiento, la desensibilización sistemática, el stimulus blending y la inundación.
- El proceso de sensibilización es lo contrario, se busca incrementar el comportamiento deseado por la presentación repetida de un estímulo. Por ejemplo, obtener la respuesta del caballo de ir hacia delante, utilizando el contacto de las piernas como estímulo (vía el refuerzo negativo).
2- El aprendizaje asociativo
Implica que el caballo experimenta acontecimientos o estímulos en estrecha asociación con el tiempo o el espacio. Y tenemos dos tipos, el condicionamiento operante y el condicionamiento clásico.
El condicionamiento operante
– El refuerzo es el que utilizamos para incrementar un comportamiento. Y tenemos dos tipos:
- Refuerzo positivo: Adicionamos (+) un estímulo atractivo para reforzar una respuesta.
Por ejemplo; Preparando para el podólogo, si en el momento que el caballo levanta el anterior (respuesta) le hacemos unas caricias en la cruz (estímulo atractivo), estamos reforzando la respuesta al añadir (+) las caricias.
Aquí tenemos dos categorías de refuerzos, los refuerzos primarios (p.e. comida) y los refuerzos secundarios (p.e. caricias)
- Refuerzo negativo: Sustraemos (-) un estímulo aversivo para reforzar una respuesta.
Por ejemplo; Pedir la parada. Utilizamos la tensión de las riendas (estímulo aversivo) para pedir al caballo la parada y en el momento que para, quitamos (-) la tensión de las riendas, reforzando así la respuesta (parada).
El caballo aprende que la respuesta correcta es la parada cuando la tensión de las riendas desaparece, no cuando llega.
– El castigo* es el que se utiliza para disminuir un comportamiento.
- Castigo positivo: Adicionamos (+) un estímulo aversivo para eliminar una respuesta
- Castigo negativo: Sustraemos (-) un estímulo atractivo para eliminar una respuesta
* No soy partidario del uso del castigo en el trabajo con caballos porque no veo cómo se puede educar castigando. También, su uso, puede provocar ciertos estados emocionales de miedo y frustración y efectos secundarios tales como, disminución de la motivación, indefensión aprendida, incluso desencadenar una agresión
El condicionamiento clásico
Se trata de enseñar al caballo a responder a una señal, que sustituye el estímulo utilizado, inicialmente, para obtener la respuesta.
Para que sea efectivo, la nueva señal debe producirse justo antes, solapándose o durante la respuesta conocida, pero no después.
Por ejemplo, instalar el asiento en sustitución de las riendas, para pedir la parada.
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