La osificación del caballo no se completa hasta los 5 años, de manera que no es bueno montar en exceso un potro antes de dicha edad. Al no contar con los huesos suficientemente maduros, si se somete a mucha presión, sobrecarga o exceso de trabajo, el cuerpo del caballo no se desarrollará de forma correcta y completa.
En la imagen superior se ven unas grietas arriba y abajo de las articulaciones del hueso y, precisamente, es el hueso que aún no ha sido sellado. Este proceso comienza entre los 3 y 5 años de edad, por lo que debemos ser especialmente cuidados con el desarrollo del potro.
El casco absorbe el impacto del peso del caballo contra el suelo y, sumado a un trabajo excesivo en un caballo que todavía no ha musculado, puede producir degeneraciones o un mal desarrollo del animal.
Imagen: Horseaddict