Algunos caballos tienen una pequeña hendidura en la musculatura del cuello o del pecho, llamada «El dedo de Alá» o «Punta de lanza».
Aunque existen varias leyendas que explican de dónde sale esta denominación, una de las más conocidas es la que cuenta que Mahoma tenía un grupo de yeguas a las que tuvo tres días sin agua en el desierto. Al soltarlas cerca de un oasis todas corrieron a beber, pero justo antes de que llegaran al agua, Mahoma hizo sonar su trompeta de guerra. Solamente fueron cinco las yeguas que se dieron la vuelta y volvieron al lado de su dueño sin beber. Entonces, para premiar su fidelidad y lealtad, Mahoma las marcó y las cuidó para criar una línea pura.
Imagen: Capas y señales (Guías Ecuestres Ilustradas), de Jane Holderness-Roddam (Editorial Hispano Europea, 2007)
Aunque existen varias leyendas que explican de dónde sale esta denominación, una de las más conocidas es la que cuenta que Mahoma tenía un grupo de yeguas a las que tuvo tres días sin agua en el desierto. Al soltarlas cerca de un oasis todas corrieron a beber, pero justo antes de que llegaran al agua, Mahoma hizo sonar su trompeta de guerra. Solamente fueron cinco las yeguas que se dieron la vuelta y volvieron al lado de su dueño sin beber. Entonces, para premiar su fidelidad y lealtad, Mahoma las marcó y las cuidó para criar una línea pura.
Se dice que los caballos que descienden de estas yeguas árabes tienen esta marca y es cierto que algunos la tienen de nacimiento, aunque, generalmente, la hendidura viene por una lesión muscular que no da ningún problema al caballo. Suele ser de la medida de la yema de un dedo pulgar y, aunque se debe a la rotura de las fibras musculares del cuello del caballo, no le causa ningún dolor.
Imagen: Edna Fisio Horse