Un potro puede quedar huérfano si la madre muere o lo rechaza, si tiene leche insuficiente o sufre de alguna enfermedad que le impide dar de mamar al caballo recién nacido. En cualquiera de estos casos, la intervención de los humanos será clave.
En el momento de nacer, si la yegua no puede atender al potro recién nacido, hay que limpiarlo y secarlo, asegurándonos que las vías respiratorias quedan despejadas y que se levanta como máximo al cabo de una hora. En los días siguientes hay que curar el ombligo con soluciones antisépticas y comprobar que la orina no sale por este orificio. Además, debe expulsar el meconio, las primeras heces, dentro de las primeras 12 horas y tendremos que ver que el potro no se encuentra incómodo al hacerlo.
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El calostro es la primera leche de la yegua y contiene altos niveles de anticuerpos que protegen al recién nacido de virus, bacterias y otras enfermedades, por lo que el potro deberá tomarlo en las primeras 24-48 horas. Algunos, incluso, necesitarán tomarlo durante la primera hora de vida para asegurar su supervivencia. Si la madre muriera, tendremos que avisar a un veterinario para que la cría adquiera la inmunidad necesaria. Se puede ordeñar el calostro en las primeras 4 horas tras la muerte de la madre, aunque hay centros que tienen calostro congelado o pueden facilitar calostros artificiales.
Después de esta primera fase, el potro se alimentará con leche maternizada, bien con una yegua lactante que actúe como nodriza, bien con biberones de leche maternizada artificial. Esta fase es clave y muy delicada, ya que el biberón deberá administrarse siempre con el cuello del potro estirado hacia arriba para que la leche no se desvíe a las vías respiratorias.
A las tres semanas del nacimiento, el potro podrá empezar a tomar pienso específico para ellos, para cambiar la dieta a los dos meses por pienso diseñado para potros hasta los dos años. En los casos en los que sea necesario, será recomendable usar suplementos para el crecimiento del potro para que el animal desarrolle un sistema músculo-esquelético correcto.