Los caballos tienen órganos de los sentidos similares a los nuestros, pero adaptados a su morfología y a unas necesidades fisiológicas y etológicas distintas.
Pero ¿qué son esos pelos más rígidos y gruesos que tienen los caballos en los labios y alrededor de los ojos? Se trata de vibrisas, pelos modificados que nacen en papilas sensitivas de la piel y que ayudan al caballo a recibir información táctil. Las vibrisas de los belfos les ayudan a reconocer el material, la textura, la temperatura, etc. del objeto que tienen justo delante del hocico y que no son capaces de valorar con la vista.
Por todos estos motivos, los pelos sensitivos que se encuentran en los belfos y alrededor de los ojos no se deben cortar, ya que son una parte importante de los sentidos que tiene el caballo para interpretar y relacionarse con su entorno.