Trabajando la flexibilidad parte I
El entrenamiento de la flexibilidad es seguramente uno de las grande olvidados en el entrenamiento equino junto a la propiocepción. Los estudios realizados en fisiología del ejercicio en humanos muestran mucha controversia entorno a este entrenamiento, ya que hay estudios que postulan que los atletas deben ser casi contorsionistas para poder moverse eficientemente o prevenir lesiones, pasando por otros que restan importancia relativa a estos trabajos.
Al margen de disputas en el ámbito científico, lo primero que debemos de hacer es definir qué es exactamente para nosotros los trabajos de flexibilidad. Así, la flexibilidad en el entrenamiento equino debemos de concebirla como la capacidad que tiene una articulación para moverse a través de un rango de movimiento óptimo (ROM). Detrás de un ROM óptimo encontramos los movimientos de doma más puntuados, los saltos mejor acometidos y las menores probabilidades de lesión.
El ROM, rango de movilidad articular o simplemente, amplitud articular, es la distancia, normalmente expresada en grados, que puede recorrer una articulación desde su posición neutra hasta su límite máximo en la realización de un movimiento. Los ROM de las diferentes articulaciones en el caballo son diferentes y hay también diferencias entre individuos, de manera que tenemos caballos con una naturaleza más flexible que otros pero en todos los casos, se puede trabajar la flexibilidad para mantener los ROM a lo largo de su edad y en muchos casos para conseguir mejoras.
Beneficios del entrenamiento de la flexibilidad en el caballo
Una adecuada flexibilidad ayuda a realizar con mayor facilidad todo tipo de movimientos. También supone una estrategia preventiva ante lesiones deportivas. Como regla general, con relación a flexibilidad y la posibilidad de lesión, podemos decir que disponer de un ROM adecuado en cada grupo muscular es uno de los mejores protectores. En este sentido cabe tener en cuenta que, para disciplinas deportivas que requieren un ROM mayor al habitual, como el salto o la doma, necesitaremos un nivel de flexibilidad mayor al habitual para prevenir posibles lesiones.
En fisiología del ejercicio humano se ha demostrado que, en algunos deportes como el tenis, un mayor ROM en la articulación del hombro, junto a otras variables se relacionan con un saque más potente. Aunque no existen grandes estudios al respecto en equinos sí que se ha comprobado empíricamente que, en el análisis cinemático de movimientos del caballo, por ejemplo, faltas de elasticidad del eje cuello-cabeza se asocian con trancos menos amplios, espásticos y faltos de simetría metacarpo-metatarsiana.
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Factores que afectan a la flexibilidad:
La flexibilidad está influenciada por varios factores; algunos no podemos alterarlos como la estructura de la articulación o la edad, pero existen otros factores sobre los que sí podemos actuar como: el nivel de actividad y la participación en un programa de acondicionamiento que incluya el entrenamiento específico de la flexibilidad. Veamos más detalladamente algunos de estos factores:
Nivel de la actividad
Los estudios en humanos nos han demostrado que los individuos físicamente activos tienden a ser más flexibles que las personas sedentarias. Esto se debe a que los tejidos conectivos tienden a mostrarse menos maleables cuando se exponen a rangos de movimiento limitados (más adelante analizamos que es esto del tejido conectivo). En este sentido, es muy importante plantearse el tipo de alojamiento de nuestro caballo y no tanto el entrenamiento diario ya que, aún suponiendo que lo entrenemos todos los días….¿qué pasa con las 23 horas restantes del día si el caballo se aloja en un box?. A veces la mejor inversión es un alojamiento que permita el movimiento continuo, de no ser así, tendremos que ser aún más exigentes y cuidadosos en nuestro entrenamiento de la flexibilidad.
Temperatura
La flexibilidad aumenta con el calor y disminuye con el frío. Por ello, es importante calentar antes de cualquier sesión de estiramiento y así, evitar los estiramientos en frío. Trabajos pie a tierra, sesiones ligeras de cuerda o un paseo activo pueden ser un buen inicio para una sesión de estiramientos, en especial en aquellos caballos que por su tipo de alojamiento están sometidos a un descanso privado de movimiento.
Entrenamiento de fuerza
En humanos se ha demostrado que los programas de entrenamiento de la resistencia bien diseñados pueden mejorar la flexibilidad. Por el contrario, los entrenamientos de fuerza con cargas máximas (pensemos en caballos de competición de tiro, o en ejercicios repetitivos de reunión máxima) realizados a lo largo de un ROM limitado, pueden disminuir la flexibilidad. Esto nos lleva a los primeros artículos en los que recalcábamos la importancia de entrenamientos variados y completos ya que, para prevenir la pérdida del ROM, un caballo debería realizar ejercicios que desarrollen tanto los músculos antagonistas como los agonistas y además ejercicios a través de todo el ROM disponible en las articulaciones. Es decir, al margen de plantearnos una tabla de estiramientos determinada, debemos de concebir el entrenamiento de manera que por ejemplo a las series de galope reunido le sigan siempre series de galope amplio, o al entrenamiento con cargas máximas de un caballo de tiro le sumemos sesiones de trabajo en aires lo más amplios posibles.
Tejido conectivo específico
Al realizar un estiramiento o movilización con el caballo, el punto donde se centra la tensión se localiza en torno al tejido conectivo (que se encuentra en músculos, ligamentos y tendones). Aunque el músculo no se considera una estructura del tejido conectivo o conjuntivo, las pruebas indican que cuando los músculos relajados se estiran, la tensión del estiramiento proviene de su revestimiento conectivo (la fascia) que a modo de envoltorio cubre las estructuras musculares. El ROM se verá limitado principalmente por todas estas estructuras conectivas entre las que podemos enumerar: las cápsulas de las articulaciones, ligamentos, tendones y los mismos músculos.
Una vez vistos los diferentes factores que rodean a la flexibilidad del caballo y la importancia de la misma en la prevención de lesiones y la optimización de resultados deportivos, en el siguiente artículo abordaremos cómo podemos trabajar esta cualidad física en la práctica, entrando de lleno en los estiramientos y movilizaciones que más comúnmente podemos usar.