Los caballos son hospedadores de un gran número de parásitos internos, de forma natural, algunos son dañinos para la salud y otros no.
En este artículo daremos un repaso de los más “malvados”, de aquellos con los que tenemos que tener especial precaución.
Ascáridos o gusanos redondos
Afectan principalmente a los potros, aunque también pueden encontrarse en pequeñas cantidades en animales adultos.
Pueden alcanzar hasta los 40 cm (cada individuo) en su fase adulta.
Las larvas de este parásito se ingieren por accidente (se transmiten por las heces), y cruzan la pared intestinal, pasan por el hígado y llegan a los pulmones.
Pueden causar cólico por impactación y son una amenaza para los potros y su desarrollo inmunitario. Aunque el potro superara los cólicos, pueden afectar negativamente su crecimiento.
Los potros son más vulnerables porque éstos nacen con muy poca resistencia a los parásitos, a estos en particular (Parascaris equorum). El tiempo desde que el potro ingiere accidentalmente las larvas hasta que estas se asientan y se hacen adultos en el intestino es de unos tres meses. Tras el primer año el potro desarrolla inmunidad a Pascáridos.
Estróngilos o Vermes Rojos
Son los gusanos más frecuentes de los caballos, de hecho la mayoría de huevos de las heces y las larvas presentes en los pastos pertenecen a este grupo. Pueden llegar a medir 2,5 cm de longitud, son muy finos y de color rojizo.
Una vez se ingieren llegan a adultos en mes y medio, pero pueden quedarse las larvas enquistadas en fase de letargia y eclosionar hasta pasados 2 años.
Es un parásito con varias fases larvarias. Se puede encontrar la primera fase larvaria en el pasto, que una vez ingeridas migran hasta el intestino grueso, donde perforan la pared y se enquistan.
Luego, evolucionan a su segunda fase larvaria, y emergen de nuevo al intestino para pasar a fase adulta. Sin embargo, hasta el 85% de las larvas enquistadas pueden quedar durmientes, y la pared intestinal puede llegar a quedar cubierta por miles de estas larvas enquistadas cuya presencia reduce la absorción de nutrientes, repercutiendo en una pérdida de peso del animal. O, estas larvas enquistadas pueden emerger “en masa”, lo que suele suceder al final del invierno o principio de primavera. Esto puede llegar a ser mortal.
Gusanos planos (platelmintos y cestodos)
Estos parásitos adquieren su alimento directamente del contenido intestinal. Hay muchas especies de cestodos y platelmintos que pueden parasitar a un caballo, pero la más frecuente mide de entre 3cm a 8 cm y tiende a localizarse en la unión del intestino delgado con el intestino grueso.
Al fijarse con sus ventosas provocan la inflamación de los tejidos de los lugares de fijación, y también pueden provocar obstrucción mecánica por parasitación masiva, lo que provoca cuadros de cólicos espasmódicos e impactación.
El contagio se produce gracias a unos ácaros que actúan como hospedadores intermedios: ingieren los huevos que eliminan los caballos por las heces, luego contaminan la hierba fresca o pastos secos que el caballo ingiere.
Una vez en el interior del aparato digestivo son liberadas las fases larvarias que evolucionarán a la fase adulta.
Reznos estomacales (bots)
También llamados gastrófilos. Todo comienza con una inofensiva mosca que no pica. Son una especie de abejorro que revolotea por las patas del caballo y rápidamente y a traición deposita los huevos en los pelos de las patas. Quedan adheridos tan fuerte que ni cepillando conseguimos muchas veces eliminar estos huevos.
El caballo se rasca con la boca e ingiere las larvas, que llegan al estómago donde se ancla durante unos meses, crece y puede causar lesiones importantes en la mucosa gástrica, tanto por su sistema de anclaje como por el de alimentación.
Pueden provocar leves cólicos (gastritis) y úlceras estomacales.
Al cabo de unos diez meses la larva se suelta y la herida que ha provocado en el tejido donde se había adherido forma una cicatriz por la que ya no puede absorber los nutrientes.
En los próximos días publicaremos la continuación de este artículo, sobre nuevas estrategias de control de los parásitos internos, basados en el artículo de la investigación post-doctoral de la Dr Anne Beasly en la Universidad de Queesland.
¡No te lo puedes perder! Estate atento….