Según un estudio de la Universidad de Liverpool señala a la fasciola hepática, un tipo de parásito interno, como responsable de algunos casos de enfermedad hepática en caballos que no se encontraba el diagnóstico.
Que un caballo presente problemas hepáticos es común. Sin embargo, es muy difícil diagnosticar la causa.
En el caso de esta nueva sospechosa, se trata de un parásito que le cuesta a la industria ganadera del Reino Unido alrededor de 450 millones de euros al año, porque sí, también afecta a vacas y a ovejas. De hecho, tradicionalmente se pensaba que sólo les afectaba a éstas y no a los equinos. De hecho puede infectar también a burros, ciervos y conejos.
En un artículo anterior de este revista sobre el control racional de los parásitos en caballos hablábamos que un buen método era que los campos donde pastan los caballos sean pastoreados por ovejas o ganado vacuno, ya que esta es una forma muy efectiva de controlar los gusanos intestinales. Sin embargo estas nuevas investigaciones desvelan esta contrapartida: no es tan bueno como se creía, dado que las ovejas pueden ser una fuente de infección de fasciola hepática para los caballos. Por tanto se recomienda hacer pruebas rutinarias a los caballos que pastan o han pastado en zonas donde hay o ha habido ovejas.
Los caballos afectados por fasciola hepática pueden presentar síntomas como un bajo rendimiento, fatiga, diarrea, falta de apetito e ictericia.
Se debe reseñar también que la enfermedad hepática es común en caballos, y su causa a menudo es difícil de encontrar. Por ello se sospecha que detrás de muchos diagnósticos hepáticos indeterminados puede estar la fasciola.
Fuente: Diario Veterinario