Conozco muchas personas a las que les gusta incluir alimentos con supuestos beneficios para nosotros en las dietas de sus caballos y algunas veces estos beneficios son compartidos por ambas especies, pero otras muchas no lo son.
El ajo es uno de esos alimentos que se ha propagado como la pólvora promoviendo propiedades prodigiosas para nuestros caballos y sin embargo se desconocen los estudios y hechos reales sobre los beneficios de este en el metabolismo equino.
Las propiedades atribuidas al ajo, vienen de la alicina que es una sustancia producto de la acción de una enzima (la alinasa) al entrar en contacto con la aliina presente en el ajo. Esta reacción se produce en el ajo crudo cuando se machaca por ejemplo, pero cuando el ajo se cocina, la enzima catalizadora se destruye y este pierde sus propiedades. Estas propiedades se pierden también en muchas de las formulaciones que encontramos en el mercado en forma de ajo en polvo o ajo deshidratado.
Entre los beneficios que se le atribuyen al ajo en equinos, están una menor producción de mucosidad en infecciones de las vías respiratorias, activación del sistema inmunológico, actividad contra parásitos intestinales y repelente de insectos.
¿Qué dicen los estudios?
Que existe actividad frente a la reducción de mucosidad en las vías respiratorias, menor infiltración de neutrófilos en la mucosa de la tráquea y una mayor actividad del sistema inmunológico, sin embargo la eficacia como repelente para insectos es muy confusa y cuando se ha demostrado, ha sido escasa. Los estudios que se han realizado para conocer la actividad frente a parásitos intestinales, demuestran que no tiene efecto alguno sobre estos. Más allá de estos hallazgos, no hay estudios que indiquen qué dosis sería efectiva para lograr estos beneficios relativos, que por otro lado son fácilmente alcanzables con otros tratamientos.
PERO, y este es un gran pero, el metabolismo del ajo en nuestros caballos es diferente al nuestro y numerosos estudios demuestran que existe un alto riesgo de anemia de cuerpos de Heinz. Esta anemia es un tipo de anemia hemolítica, (los glóbulos rojos se destruyen) que se produce debido a que los componentes del ajo interfieren con la enzima que protege la hemoglobina del estrés oxidativo formándose burbujas de hemoglobina oxidada y sucede en dosis tan escasas como 16 gr. diarios para un caballo de 500 Kg., aunque la Academia Nacional de Ciencias en Estados Unidos establece el riesgo a dosis de tan sólo 7,5 g.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6356413/
Hemos de tener en cuenta que la formación de cuerpos de Heinz es dosis dependiente y que en ello influye no sólo la dosis diaria, sino la duración y el punto de partida del estado oxidativo del caballo. Esto es válido tanto para el ajo crudo como para el ajo desnaturalizado que se vende comercialmente.
Algunos caballos muestran destrucción de glóbulos rojos simplemente por la ingesta de concentrados que incorporan ajo a su fórmula. Esto depende de la sensibilidad de cada caballo, pero es un factor a tener en cuenta. Después resulta que hacemos una analítica a nuestro caballo porque no rinde bien o simplemente se desvela en una revisión rutinaria, la analítica muestra anemia, el veterinario nos recomienda hierro (GRAN ERROR) y la causa es tan simple como el ajo que administramos añadido a su ración diaria o contenido en nuestros piensos y suplementos.
Yo personalmente no recomiendo que se administre ajo a los caballos, ya que el riesgo de sufrir anemia de Heinz, no compensa los escasos beneficios que reporta la adición de ajo a la dieta.
Intentad no seguir las voces populares en cuanto a la alimentación de los caballos, cada especie tiene intolerancias diferentes frente a alimentos y podemos causar más mal que bien con la mejor de las intenciones. Consultad siempre con un profesional formado en nutrición equina.