Puedes mantener sanos los pulmones de tu caballo con pequeños cambios en los métodos de limpieza y prácticas de alimentación .La calidad del aire que respira tu caballo y la salud de sus pulmones juegan un papel muy importante en su rendimiento. Mantener este sistema sano es fundamental para su calidad de vida y su longevidad.
Pequeñas irritaciones en el sistema respiratorio pueden causar inflamación y provocar síntomas menores, como tos y flema. Si no se controla, esto puede conducir a enfermedades crónicas graves. Debes ser proactivo y reducir el polvo y los irritantes en el medio ambiente para reducir la exposición de tu caballo a la irritación y daño pulmonar.
Manejo de heno
Es uno de los alimentos más comunes para los caballos, el heno es también la mayor fuente de polvo en el medio ambiente equino. Incluso el heno más fino y fresco tiene polvo. El caballo coloca sus fosas nasales directamente encima de los alimentos cuando come. Protéjelo sacudiendo el heno en un espacio bien ventilado, lejos de donde come. También puedes considerar remojar o humedecer el heno.
Coloca el heno en un comedero o pesebre bajo, o en el suelo si no hay contaminantes sueltos (como arena) que su caballo pueda ingerir. El caballo inclina la cabeza hacia abajo para comer, y esta posición natural le permite que las vías respiratorias se abran a medida que ingiere la comida. Evita las balas redondas tanto como te sea posible porque los caballos a menudo hacen un agujero en ellas y colocan su cabeza dentro para sacar el heno, tragando parte del polvo que contienen.
Procura no descargar el camión de heno cuando haya caballos presentes. Esta acción crea enormes cantidades de partículas de polvo en el establo.
Ten cuidado con el material de cama
Saca los caballos del establo para limpiarlos o para reemplazar el material de cama. Es muy importante que para la cama, uses materiales que no tengan polvo.
Manten el espacio libres de polvo
Barrer heno y escombros sueltos en la cuadra o en los pasillos suele levantar mucho polvo, así que, si es posible, rocía la superficie con agua (¡las regadoras son excelentes para esto!), Luego usa una escoba para eliminar el heno y otros desechos. Los sopladores de hojas no son una buena idea para eliminar el heno y los escombros, ¿te puedes imaginar cuánto polvo se levanta?
Una o dos veces al año, haz una limpieza general a fondo, de telarañas, barriendo todas las esquinas y limpiando todas las superficies. Realiza pequeñas tareas de limpieza cada semana para llevar un mantenimiento regular, como barrer las lámparas, limpiar las repisas, limpiar detrás de los contenedores y comederos. Estas pequeñas tareas impactarán positivamente en la atmósfera.
Observa bien las instalaciones
Observa cuidadosamente la ventilación del establo. Idealmente, tiene que tener una buena circulación de aire en la parte superior de la nave.
Las pistas, en verano suelen ser espacios muy polvorientos durante las estaciones secas. Asegurate que tengan un buen sistemas de riego.
Consideraciones durante el transporte
¿Con qué frecuencia está su caballo en un remolque y te has planteado la calidad del aire cuando viaja? Cualquier brisa o movimiento dentro del remolque recogerá polvo, así que rocía el material de cama con agua para evitar el polvo. Si los alimentas durante el viaje, remoja el heno para reducir el polvo y baja el la red de heno tanto como sea posible.
¡Cuídate a ti mismo también!
No es solo a tu caballo a quien debes protejer, también debes pensar en ti mismo. Las problemas de salud derivadas de la mala calidad del aire son un riesgo muy real entre los jinetes. Usa una máscara antipolvo cuando muevas grandes cantidades de heno. Te sorprenderá ver cuánto polvo captura la máscara. Cuando entres al granero, para por un momento y analiza la calidad del aire. ¿Huele a fresco? ¿Hay suficiente aire fresco?
Pequeños cambios pueden tener grandes resultados, su caballo se lo agradecerá.
Fuente: https://horsesandpeople.com.au