Si has tomado la decisión de comprar un caballo hay varios factores que tienes que tener en cuenta. Primero en su salud física, empezando por la observación del caballo quieto y luego en movimiento, y segundo, aunque no menos importante, en su caracter y nivel/calidad del adiestramiento. Descubre todos los factores que influyen en la elección.
Para elegir al caballos adecuado es necesario observarlo desde las distintas perspectivas, de frente, a ambos costados, atrás y sobretodo en movimiento.
Hay que establece un sistema de inspección muy minucioso analizando la anatomía y fisiología de cada parte del cuerpo.
Es indudable que el éxito dependerá de diversos factores:
La raza: Se escogerá dependiendo de la actividad a la que lo queramos destinar. La raza determina, un carácter, una aptitud y un comportamiento determinados. Así que dependiendo de lo que queramos de él, nos decantaremos por una u otra raza.
Sexo: Tenemos la opción de escoger hembra o macho, si es esta última opción cabe la posibilidad de que esté entero y castrado. El macho entero resalta porque requiere de un manejo experimentado a la hora de montarlo. En cuanto al castrado, tiene un caracter más estable y es más tranquilo.
Edad: Si buscas una caballo confiado y tranquilo, decántate por uno a partir de 8-10 años. Otra opción, si no tienes prisa, es comprar un potro y llevarlo a un buen profesional que te lo adiestre, y así poder seguir su evolución e incluso participar en ella.
Aptitud: Sobretodo si se va a realizar un trabajo o deporte es necesario comprobar sus aptitudes. Puede ser un hermoso ejemplar, pero debe mostrar la capacidad para cumplir con el fin que se quiere llevar a cabo con él.
Antecedentes: Si estamos adquiriendo un animal de pedigrí, es recomendable analizar sus antepasados y parientes. Si el caballo tiene ya una edad, se evaluará también la descendencia y características de sus hijos. Así como realizar un estudio familiar de genética, como pueden ser defectos hereditarios, anomalías, etc.
Conformación: Consiste en la observación de las diferentes partes que constituyen su cuerpo, basándose en la simetría, forma y el tamaño normal de las distintas partes anatómicas. El caballo que posee una correcta conformación, quiere decir que tiene un aspecto de equilibrio, fuerza, energía y resistencia, que se verá reflejado en sus movimientos.
Recomendamos la revisión de un veterinario para descartar lesiones, o incluso graves defectos de conformación que pueden afectar de forma negativa su rendimiento, produciendo limitaciones físicas o la imposibilidad de poder montarlo.
En cuanto a las aptitudes, el caracter y el nivel de adiestramiento, recomendamos el asesoramiento de un profesional de confianza para descartar caballos con carácter inadecuado o aptitud no acorde con lo esperado; de este modo tendremos el éxito asegurado en la selección de nuestro futuro compañero.
Fuente: Super Campo