La visión, el oído, el olfato, el gusto y el tacto comprenden las modalidades sensoriales de la mayoría de los vertebrados. Con estos sentidos, el animal recibe información sobre su entorno. La forma en que se organiza, interpreta y experimenta esta información se conoce como percepción. El estudio de las capacidades sensoriales de los animales y sus implicaciones para el comportamiento es fundamental no solo para la etología sino también para el bienestar animal.
La capacidad sensorial, la percepción y el comportamiento están estrechamente vinculados. Los caballos y los humanos comparten las cinco modalidades sensoriales más comunes, sin embargo, sus rangos y capacidades difieren, por lo que es poco probable que los caballos perciban su entorno de manera similar a los humanos. Comprender las habilidades perceptivas equinas y sus diferencias es importante cuando los caballos y los humanos interactúan, ya que estas habilidades son fundamentales para la respuesta del caballo a cualquier cambio en su entorno.
Esta revisión tiene como objetivo proporcionar una descripción general del conocimiento actual sobre las habilidades sensoriales de los caballos. La información se discute dentro de un contexto evolutivo y también incluye una perspectiva práctica, que describe formas potenciales de mitigar los riesgos de lesiones y mejorar las interacciones positivas entre caballos y humanos.
Comprender las habilidades sensoriales de los caballos es fundamental para la ciencia de la equitación. Por lo tanto, las habilidades sensoriales necesitan más investigaciónes que nos permitan comprender las diferentes necesidades de cada caballo. Utilizar olores, tacto o sonido para enriquecer el ambiente o apaciguar a los caballos. Además, la percepción equina se puede ver afectada por factores como la raza, la edad y en algunos casos, incluso la capa, enfatizando que diferentes caballos pueden necesitar diferentes tipos de manejo.
La ciencia de la equitación
La ciencia de la equitación promueve una comprensión objetiva y basada en la evidencia del bienestar de los caballos en sus interacciones con los humanos mediante la aplicación de métodos científicos cuantitativos válidos.
A pesar de que los caballos han sido descritos en el pasado como uno de los animales más perceptivos, la investigación sobre las habilidades sensoriales equinas es limitada y se ha centrado principalmente en la audición y la visión. El olfato y la sensibilidad táctil, por otro lado, solo se han estudiado escasamente. Los caballos tienen un epitelio olfativo bien desarrollado, lo que sugiere un papel importante del sentido del olfato, pero solo unos pocos estudios han investigado la capacidad olfativa de los caballos, centrándose principalmente en su relación con la reproducción y el comportamiento social. También es sorprendente que, a pesar de que el tacto es el principal medio de comunicación entre el jinete y el caballo, solo se pueden encontrar siete estudios publicados revisados por pares sobre este tema.
La comprensión de las habilidades sensoriales de los caballos también es de creciente importancia en el uso de los caballos en el deporte y el ocio. La creciente preocupación por su bienestar rodean varias prácticas en los deportes ecuestres, los entrenamientos en hiperflexión, el uso de muserolas demasiado apretadas y en las carreras de caballos el uso de la fusta va siendo objeto de un escrutinio cada vez mayor.
Conclusiones del estudio
Las capacidades sensoriales de los caballos difieren de las de los humanos en varios aspectos. La visión equina es similar a las de los humanos daltónicos rojo-verde y ven mejor que los humanos cuando hay poca luz. Los caballos pueden ver casi un círculo completo a su alrededor y tienen un enfoque amplio en lugar de centralizado. Pueden escuchar frecuencias de sonido que los humanos no pueden, pero a diferencia de la mayoría de los otros mamíferos terrestres grandes, escuchan sonidos de frecuencia más alta pero no más baja en comparación con los humanos. Además, los caballos tienen un sentido del olfato muy desarrollado, que a menudo se pasa por alto, tanto en la investigación equina como en el entrenamiento. Los caballos son muy sensibles al tacto, pero su sensibilidad táctil se ha estudiado muy poco, a pesar de que se utiliza mucho en el entrenamiento y manejo de caballos. Las habilidades sensoriales de los caballos individuales pueden ser un rasgo de personalidad estable, con la percepción equina afectada también por la raza, la edad y en algunos casos incluso el color del pelaje, destacando la necesidad de diferenciar el cuidado y manejo de cada caballo. Puede haber un potencial sin explotar del uso del enriquecimiento sensorial / estimulación sensorial positiva para mejorar el bienestar de los caballos en diversas situaciones, por ejemplo, usando olores (o mezclas distintivas), tacto o sonido para enriquecer su entorno o para apaciguar a los caballos.
Teniendo en cuenta la popularidad de los caballos en el ocio, el deporte y otras actividades, existe una gran necesidad y margen de investigación adicional sobre las capacidades sensoriales del caballo.