Estamos acostumbrados a ver ecografías de bebés, incluso ya en 4D, pero no es tan habitual ver cómo un potro va creciendo a lo largo del embarazo de la yegua.
Un poco antes de los 3 años se considera que una yegua ha terminado su etapa de desarrollo y crecimiento y a partir de entonces ya podría gestar un feto, ya que éste absorbería las proteínas, nutrientes, minerales y calcio que le harían falta para crecer. De todos modos, es habitual que sean madres a partir de los 4 o 5 años, en la edad más fértil.
El embarazo de una yegua dura 11 meses y lo dividimos en las siguientes fases:
Los primeros 15 días
En esta etapa inicial, el embrión se desplaza a la pared uterina y crece unos 4mm cada día. Si bien no se aprecian cambios físicos en la yegua, podremos notar algo diferente en su comportamiento, ya que se puede mostrar reacia ante la presencia de un semental.
Del día 16 al 120
En este momento, el veterinario le hará la primera ecografía y podrá sentir el feto con un examen rectal. El futuro potro pesa poco más de 2kg y no tiene pelaje, pero sí cuenta con pezuñas y genitales formados. Ya se empieza a notar un cambio físico en la yegua, la cual se comporta de manera temperamental y tiene un apetito irregular.
Del día 120 al 240
El potro va creciendo, aumenta de peso y sus patas se desarrollan rápidamente. En tan solo un mes, el potro multiplica por cuatro su peso y, después, se alarga el cuello y empiezan a crecer la crin y la cola. En este momento, la actividad de la yegua debería reducirse.
La recta final
El abdomen de la yegua crece y aumenta su apetito; de hecho, su volumen aumenta sobre un 15%.
24 horas antes de nacer
El último día veremos como la yegua prefiere quedarse sola y sus ubres son prominentes y más grandes de lo normal, llegando a salir la primera leche. Ésta es importante, porque le aportará todos los nutrientes y protección que necesita para comenzar a caminar.
Imágenes: Peter Chinn para National Geographic