Estamos realizando un estudio abierto sobre el método de recorte de cascos “Equilibrium”. Actualmente seguimos sumando al estudio caballos con diversas conformaciones y patologías, de los cuales extraemos información independientemente de las circunstancias en las que se encuentren (cuidados, hábitats..). Cabe destacar que hasta el momento todos los resultados están siendo muy positivos, y están arrojando datos verdaderamente interesantes.
En artículos anteriores hemos manifestado, que un casco equilibrado en sentido latero-medial, presenta siempre la base del hueso tejuelo paralela al suelo, aunque el caballo presente defectos de conformación. Esto es posible gracias a la capacidad de compensación que tienen los cascos (modelación y posicionamiento de estructuras), más la variedad de posturas corporales que los caballos pueden adoptar para contra restar y compensar de manera más eficiente, los efectos que generan estas situaciones. Puntualizamos: no descartamos que puedan aparecer casos excepcionales donde no se cumpla este resultado.
Recalcamos que este resultado (base del hueso tejuelo paralelo al suelo en sentido latero-medial), se obtiene siempre después de recortar el casco siguiendo los límites de recorte que este indica (basados en factores anatómicos del casco).
Esta vez presentamos el caso de la yegua “Tiara”, yegua de deporte, de siete años de edad. En la imagen 1 después de ser recortada, se puede apreciar: la posición de la banda coronaria vista desde el frente, se muestra muy inclinada hacia el lado exterior o lateral del casco (cuadrante de líneas discontinuas). La línea roja continua, indica una buena alineación del miembro y casco.
Hoy en día, uno de los parámetros que se ha establecido para análizar o valorar si un casco esta equilibrado en sentido latero-medial, es que visto desde el frente: la corona tiene que presentarse paralela al suelo, debiendo tener la misma longitud desde la corona al suelo, en la cara medial y lateral del casco. Si bien en mayor o menor medida esta regla puede cumplirse, los resultados radiográficos muestran que analizar el equilibrio del casco o recortarlo en base a este parámetro (paralelismo corona-suelo) puede derivar en errores y por consiguiente desequilibrios con efectos dañinos para el caballo.
Si tomásemos de referencia la inclinación de la banda coronaria (paralelismo corona-suelo), para realizar el recorte y equilibrado del casco, entraríamos en un sinfín de posibilidades o formas de recortar el casco. Desde eliminar en un mismo plano más material de la cara medial o interna del casco, pretendiendo que la inclinación de la corona se presentase paralela al suelo; o hacer recortes, que realicen algún tipo de falseo, bien sean desde la lumbre, el hombro o las cuartas partes. Cualquiera de estos recortes generarán “0” presión en la zona del falseo, trasladando el peso al lado contrario del casco y provocando que el peso en el casco tenga que ser soportado por menor perímetro palmar. Estas formas de recortar los cascos, irían en contra de las necesidades que precisa el caballo en estos momentos.
Este casco se recortó por donde los factores anatómicos que consideramos para el recorte indicaban, presentes estos en la zona de hombro-lumbre-hombro y barras-cuartas partes-talón. Manifestándose un plano perfecto, trasladando el peso hacia el centro del casco. Cumpliéndose en todos los casos a la hora de recortar, la misma metodología (guiarse por el cambio de coloración), aunque los factores anatómicos pueden presentarse de diferentes formas, estados, calidades, y longitudes, estos responderán dependiendo de las necesidades del caballo en ese momento.
En ningún momento se pretendió analizar la extremidad, el casco o información radiográfica, en busca de alguna conclusión que pudiera ser de ayuda a la hora de recortar, de haber sido así, hubiésemos incrementado el tiempo del recorte notoriamente y dudamos que el resultado hubiera sido el mismo que hemos obtenido. La imagen 2 muestra el resultado radiográfico, el paralelismo de la base del hueso tejuelo respecto al suelo y una buena alineación del miembro.
En la experiencia que nos acontece, vamos aprendiendo que un casco nunca debe recortarse basándose en parámetros estándar o lecturas inapropiadas de la palma. Las palmas dependiendo de las condiciones de vida de los caballos, pueden presentarse con diferentes estados y calidades, provocando que si no se hacen lecturas adecuadas de estas, puedan rebajarse en exceso buscando palma viva o lo que también se le da el nombre de suela funcional, eliminando material que pertenece al casco y creando así mayor sensibilidad. Si la muralla se recorta a este nivel de palma, es más que probable que también se desequilibre el casco tanto en sentido latero-medial, como en sentido dorso-palmar.
Donde se puede cometer errores mayores, es en la parte posterior del casco a la hora del recorte del talón, dado que estas zonas, por el diseño anatómico del casco, son más propensas a estar con suciedad si las condiciones no son ideales, y la variedad de estados y calidades es aún mayor. Es por ello que si no se hacen lecturas adecuadas de las barras para recortar los talones, es más que probable que el recorte del talón no cumpla con las necesidades que precisa el casco y el caballo en todo su conjunto.
En la imagen 3 se puede observar el aspecto que presenta la banda coronaria inflamada y todos los pelos por encima del casco despegados de este “empinados”, estos rasgos son consecuencia de que esta yegua vive prácticamente todo el día inmersas en barro debido a que es invierno.
Lo que en realidad queremos mostrar con la imagen 3, es el ceño que discurre por el casco, señalado con las flechas rojas, manifestándose este más pronunciado a la altura de cuartas partes-talón lateral. Si bien, este es un indicador de que en este caso el casco estaba soportando más presión en la parte posterior (talón) del lado lateral, esto no tiene porque significar que haya que rebajar más el casco en este mismo lado. Esto lo dependerá de cómo se presente, lo que denominamos el punto de inflexión vertical del pie (el límite del movimiento del talón que cada casco tiene en sentido vertical). Si el límite del movimiento del talón no está sobrepasado lo denominamos “roto”. Si el límite del movimiento del talón está sobrepasado lo denominamos “volcado”.
En el caso de «Tiara» su casco presentaba un estado “roto” y en líneas generales los factores anatómicos en los que basamos nuestro recorte, indicaban que rebajásemos más casco del lado lateral. Si el estado del casco hubiese sido de “volcado” los factores anatómicos nos habrían indicado que rebajásemos casco del lado medial.
Esta visión que tenemos de cómo funciona el pie del caballo, podría dar la apariencia de que el recorte puede ser complejo. La realidad es que el recorte siempre es el mismo, con una misma metodología, rápida y sencilla.
Desde aquí agradecemos la colaboración incondicional y aportaciones de Álvar Caballero, veterinario equino de Equinort ubicado en Cantabria (España). Sin su contribución este proyecto no sería posible.