En los últimos años la práctica de la equitación y de los deportes hípicos ha crecido rápidamente en China, especialmente entre los nuevos ricos. Aunque es un país oficialmente comunista, cuenta con más de 600 multimillonarios, más que Estados Unidos.
La acumulación de riqueza en China está provocando que los llamados «nuevos ricos» busquen nuevas fórmulas para ampliar la diferencia con el resto de la población y hacer ostentación de su riqueza. El país no cuenta con una tradición ecuestre, pero los caballos se están convirtiendo en la pasión de este grupo de población.
Recientemente abrió sus puertas en Shanghai el County Down Club, el primer club privado totalmente dedicado a los deportes con caballos que se crea en China. La idea la tuvo un joven empresario chino que se aficionó a la equitación mientras estudiaba en el Reino Unido, de manera que al volver a su país natal se lanzó a abrir el club, por el que hay que pagar una cuota anual de 58.000 yuanes, unos 7.700 euros, para disfrutar de todos los beneficios que ofrece.
También cerca de Shanghai se ha construido el Parque Ciudad de Agua Pegaso, un complejo de entretenimiento que incluye un club ecuestre y el Museo de la Cultura del Caballo.
Con más de 400 caballos llegados de todo el planeta en él se puede contemplar un gigantesco establo de mármol y se celebran espectáculos ecuestres bastante parecidos a los que tenían lugar en las cortes del imperio austrohúngaro. De hecho, han entrado en el listado de Récords Guinness por haber realizado el mayor espectáculo de doma de la historia con la participación de 30 caballos blancos y 30 caballos negros montados por 60 amazonas.
Desde 2014, el gobierno chino apoya y fomenta la práctica de la equitación a través de la Asociación Ecuestre China, una entidad que ya ha creado 1.800 clubes hípicos en todo el país, con el objetivo de convertir al país asiático en el epicentro en todo lo que tenga que ver con caballos y actividades hípicas.
Para las familias chinas, la equitación forma parte de una educación de élite para que sus hijos se distingan aún más en una sociedad ultracompetitiva. Para los adultos, la equitación también significa inversión, viajes, placeres, vida social, etc. De todas formas, a la cultura hípica en China le siguen faltando expertos, tanto entrenadores como veterinarios.
Imágenes: AFP