El vínculo entre personas y animales tiene un efecto positivo en el bienestar y el rendimiento de ambos. Un beneficio importante de esta unión es la base segura que proporciona una figura de apego, la cual se manifiesta en un mejor manejo y una mayor exploración durante una potencial amenaza.
Aunque hay pocos estudios que se centren en la existencia o los beneficios de los lazos entre caballos y personas, la investigación Stranger danger? An investigation into the influence of human-horse bond on stress and behaviour pretendía determinar si la presencia de los dueños de los caballos confiere una base segura y, por lo tanto, mejora el comportamiento del caballo y las respuestas de estrés fisiológico durante las pruebas de manejo.
La base segura se refiere a la búsqueda de proximidad, el refugio y la angustia por separación, es decir, una reducción del estrés cuando está bajo amenaza y un aumento de la exploración en presencia de la persona en cuestión. De todos modos, este vínculo puede ser percibido incorrectamente, ya que muchas personas sienten una relación fuerte con sus caballos.
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Los caballos realizaron dos pruebas de manejo diferentes, una con su propietario y otra con una persona que formaba parte del estudio. Tanto la prueba como el orden de la persona fueron aleatorios y se tomaron como indicadores de rendimiento y cumplimiento de las órdenes el tiempo necesario para completar las pruebas y el comportamiento proactivo del caballo. Además, se midieron la temperatura corporal, la temperatura del ojo, la frecuencia cardíaca y su variabilidad para evaluar las respuestas al estrés del caballo.
En la prueba se analizó si las respuestas de estrés son menores y si había un mayor cumplimiento del comportamiento en los caballos cuando estaban ante su dueño en comparación con el hecho de ser manejados por un extraño, pero el estudio determinó que una persona tranquila y competente, aunque desconocida por el caballo, puede ser igualmente efectiva que la interacción con el propietario, ya que ni el rendimiento equino ni el estrés afectivo respaldan un efecto de base segura.
Esta conclusión es compatible con investigaciones anteriores que sugieren que el nivel de vínculo entre el ser humano y el caballo puede no ser el factor más sobresaliente en el manejo o cumplimiento durante el entrenamiento y manejo. De hecho, estos hallazgos tienen implicaciones para el asesoramiento veterinario y clínico del comportamiento, donde las personas desconocidas para los caballos deben modificar su comportamiento en circunstancias potencialmente estresantes.
Imagen: horsefeedblog.com