El caballo árabe es una raza que se originó en la Península Arábiga. Con una forma distintiva de su cabeza de perfil cóncavo y con una posición elevada de la cola, el árabe es una de las razas de caballos más reconocibles del mundo.
También es una de las razas más antiguas, hay evidencias arqueológicas de caballos en el Medio Oriente que se asemejan a los árabes modernos, que datan de 4.500 años. A lo largo de la historia, los caballos árabes se han extendido por todo el mundo tanto por la guerra como por el comercio.
Actualmente se utilizan para mejorar otras razas añadiendo en ellas velocidad, refinamiento, resistencia y densidad osea. Hoy en día, la línea de sangre árabe se encuentra en casi todas las razas de caballos modernos.
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De complexión pequeña y compacta, algunos caballos árabes, aunque no todos, tienen 5 vértebras lumbares en lugar de las 6 habituales, 17 pares de costillas en lugar de 18 y una vértebra menos en la cola. Suelen tener una grupa relativamente horizontal y una pelvis correctamente angulada.
Son conocidos por su resistencia, en parte por sus orígenes, oriundo de las arenas del desierto de Arabia, y en parte a su estructura. Los árabes tienen «fibras musculares de contracción lenta en contraste con las fibras de contracción rápida que se encuentran en otras razas. Esto los hace capaces de usar oxígeno de manera más eficiente y de mantener la velocidad a grandes distancias, además, con unas costillas bien arqueadas y unas fosas nasales grandes y flexibles, disfrutan de una gran capacidad pulmonar».
Actualmente se están criando caballos árabes exclusivamente para competiciones de «belleza», sin tomar en cuenta ni el temperamento ni la salud de los animales. Desgraciadamente cada vez se ven más árabes con perfiles exageradamente cóncavos y teniendo en cuenta que los caballos no puede respirar por la boca, un perfil exageradamente cóncavo va a impedir que el caballo pueda respirar y oxigenarse con normalidad. Se ven también aplomos defectuosos… y todo ello debido a la selección, en busca de una hipotética perfección. El temperamento también se está viendo afectado, apareciendo animales extremadamente ansiosos, inquietos, testarudos, poco cooperativos e incluso más agresivos que sus congéneres verdaderamente árabes, que mantienen las auténticas características de la raza.