Tradicionalmente, los caballos se han marcado a fuego, un método a través del cual cada ganadería marca el animal con su hierro para distinguirlo. Actualmente, cada vez más ganaderos optan por marcar sus caballos con nitrógeno, ya que no les provoca dolor y se consigue el mismo resultado.
El uso de marcas con nitrógeno líquido en caballos es cada vez más frecuente, ya que es un método fácil y rápido que deja una marca limpia y no provoca dolor al caballo. Además, el riesgo de infección es mucho menor y hace que los pelos de la zona nazcan de color blanco, por lo que no se utiliza en caballos de capa torda o perlina ya que no se vería. Las planchas de marcado no son de hierro, sino de cobre, bronce o acero inoxidable.
Las marcas o hierros de las ganaderías deben ser únicas y fácilmente reconocibles, a la vez que deben cumplir con las leyes de marcaje. Las letras y/o los números que aparezcan en ellas deben ser abiertos y la marca no puede ser igual que la de otra ganadería.
Para marcar al caballo, se le afeita la zona a marcar y, mientras una persona lo sujeta para que no se mueva, otra realizará el marcaje y otra calculará el tiempo exacto de marcaje (entre 60 y 90 segundos). Es recomendable colocar la hielera con el nitrógeno líquido cerca del área de trabajo para tenerla a mano. Las planchas de marcado deben enfriarse en dicha hielera y, cuando el nitrógeno deje de burbujear, al cabo de unos tres minutos aproximadamente, estarán listas para iniciar el proceso.
Al realizar el marcaje, se colocan las planchas suavemente , ejerciendo una leve presión para que se vaya quemando el folículo piloso, pero es importante no hacer fuerza hacia los lados ni empujar la marca en exceso. Al tratarse de un proceso delicado, debe hacerlo una persona con conocimiento y experiencia, aunque sea rápido y parezca fácil.