La domesticación es la gran responsable de la necesidad de cuidar regularmente los dientes de nuestros caballos.
En este articulo revisaremos brevemente cual es la estructura y función del aparato masticatorio y repasaremos algunas de la consecuencias de la domesticación en cuanto al uso y desgaste de los dientes.
Particularidades del aparato masticatorio de los équidos:
Los caballos son herbívoros monogástricos que tienen un aparato masticatorio adaptado para cortar y masticar hierba de forma eficaz (de 8 a 16 horas diarias) que es lo que necesitan para cubrir sus necesidades energéticas en condiciones de vida salvaje. Para poder cumplir su tarea de una forma adecuada, los premolares y molares del caballo actúan como una unidad funcional denominada «tabla molar», que constituye eficaces superficies trituradoras.
Así que los caballos jóvenes tienen unos dientes muy largos, que ocupan una buena cantidad del espacio dentro del hueso de la mandíbula y del maxilar, y a medida que van envejeciendo sus piezas dentales se van desgastando y se vuelven más pequeñas, llegando a estar gastadas por completo en los animales muy viejos.
Otra particularidad de los molares y que es importante mencionar, por su relevancia en el caballo doméstico, es que tienen en sus bordes unas puntas muy afiladas, que les ayudan a sesgar los tallos mas fibrosos de la hierba que consumen.
-Consecuencias de la domesticación en el aparato masticatorio de los caballos
- La disminución de las horas de masticación: los dientes de los caballos están diseñados para un uso intensivo, hoy en día los caballos no los gastan suficientemente y eso a menudo provoca desequilibrios en el desgaste de las piezas e importantes bloqueos en los movimientos de la mandíbula.
- El uso de embocadura: los caballos se adaptan bien a ella si se usa correctamente y si se tienen en cuenta la influencia sobre las distintas partes de la cabeza sobre las que presiona la embocadura y la brida.
- Los criterios de selección genética: pocas veces se tiene en cuenta a la hora de seleccionar un caballo para criar, la calidad de su dentadura. En la naturaleza, los caballos con mala dentadura estaban más delgados y débiles, así que eran presa de los depredadores y no tenían descendencia, por lo tanto, esos defectos dentales no pasaban a la siguiente generación. En la actualidad, si un caballo tiene muy buenos resultados deportivos, posiblemente será utilizado para la cría a pesar de que tenga algún problema odontológico y es muy probable que esa patología dental sea heredada por sus descendientes.
Conclusión:
La domesticación es, por lo tanto, responsable de que sea necesario cuidar regularmente los dientes de los caballos.
En la actualidad la figura del dentista equino, esta adquiriendo cada vez mayor importancia, y se está convirtiendo en una pieza clave, junto con el veterinario de cabecera y el herrador, en el cuidado y bienestar de nuestros caballos.
Una de las razones del actual resurgir de la figura del dentista, es que los veterinarios disponen en los últimos treinta años de potentes y seguros sedantes que han permitido avanzar mucho en el diagnóstico de problemas odontológicos y desarrollar nuevas técnicas e instrumentación para abordar problemas que no era posible diagnosticar en profundidad sin las ventajas que ofrece la sedación.
El raspado de las molestas puntas es solo una de las tareas del dentista.
Hoy en día se diagnostican y tratan otras patologías muy comunes y con importantes consecuencias tanto en la masticación como en el rendimiento deportivo, y que requieren de un trabajo mucho más especializado.