Somos muchas las personas que poco a poco vamos viendo qué importante es para un caballo volver a sus raíces y saciar su instinto. Como el simple hecho de vivir de la manera que ha sido creado, hace que el animal encuentre una armonía más equilibrada en su vida.
Hace muchos años, la humanidad creó una forma de estabulación fácil y cómoda para nosotros, sin tener muy en cuenta lo difícil que resulta esto para ellos. Pero como todo, la evolución llega y nos brinda la oportunidad de hacerles vivir su realidad de una forma más semejante a la original. Consiguiendo incluso animales más equilibrados mentalmente, físicamente y psicológicamente. Curiosamente, una combinación más eficaz para la equitación.
Creemos firmemente que debemos buscar lo mejor y aprovechar al máximo el espacio disponible para ellos. Teniendo en cuenta esto y cubriendo sus necesidades más básicas, nuestros compañeros nos lo agradecerán y los encontraremos más equilibrados a la hora de compartir su tiempo con nosotros.
Y es aquí donde entra el Natural Paddock, un sistema de estabulación de caballos domésticos que tiene como objetivo simular al máximo la vida que tendrían si estuvieran en libertad. De esta manera, los caballos pueden desarrollar sus conductas instintivas, viviendo en grupo, generando movimiento y recuperando esas necesidades que por años hemos obviado.
Es responsabilidad humana buscar su estabilidad y ofrecerles el espacio para que puedan ser caballos y reencuentren su esencia. Se lo debemos.
La vida en comunidad
Como todos sabemos, el caballo no es un animal solitario por naturaleza, justo más bien al contrario. Necesita de otros individuos como él para sentirse protegido y en su estado más natural, para poder sobrevivir.
Aunque sabemos que la elección del grupo no es una opción libre para el caballo doméstico en nuestra realidad, ellos se adaptan buscando su lugar en la estructura social que hay en esa manada y escogen a los semejantes creando un vínculo estable. Son grandes maestros buscando su equilibrio.
Es por eso que vivir en grupo es una necesidad básica para el caballo y esto le aporta tranquilidad a su vida diaria. Poder formar parte de la jerarquía, asumir un “rol” dentro de ésta, les aporta un gran bienestar físico y mental. Y esto, a día de hoy, nos beneficia en la equitación.
Lo ideal versus la realidad
En el mundo ecuestre no muchas veces es fácil poder ofrecer a los caballos su realidad más natural. Es por eso que los centros hípicos debemos sacar el máximo rendimiento a las instalaciones que disponemos para que la equitación y el bienestar del caballo encuentren el equilibrio.
Como centro ecuestre tenemos que adaptarnos a las necesidades básicas de estos animales para que el servicio que queremos ofrecer sea de calidad, una vida digna como caballos.
Y así hacer que los caballos vuelvan a sus raíces, se sientan más confortables y puedan ofrecernos incluso una mejor equitación.
No te pierdas el próximo artículo donde hablaremos sobre los elementos que puede tener un Natural Paddock. Las zonas qué podemos encontrar, para qué sirven y por qué hacen que el Natural Paddock sea tan enriquecedor para nuestros caballos.