La depresión no es una patología únicamente humana, los caballos también la sufren. Son los típicos caballos “apáticos” que observamos en algunas cuadras, que pasan la mayor parte del tiempo en la misma posición, evadidos de todo lo que sucede a su alrededor.
El caballo por naturaleza es un animal curioso y atento que se encuentra, por norma general, pendiente de su entorno, a pesar de tener periodos de descanso que pueden parecerse en algunos momentos a este estado.
Los caballos que se encuentran deprimidos se caracterizan por tener:
- La cabeza fija en el mismo lugar
- Las orejas quietas
- La mirada perdida
- Un retiro “sensorial” (Es decir, que se mantienen inmóviles mirando a la pared durante horas sin reaccionar a estímulos sonoros o táctiles (Estudio de Hausberger 2016)
Esto se relaciona con una bajada de los niveles de cortisol y también se ha relacionado con patologías cómo la anemia o el dolor dorsal entre otros.
Por supuesto este estado afecta a las capacidades cognitiva del equino, es decir a su aprendizaje.
Aprende a identificarlo.
Martine Hausberger et al Rochais et al 2016, encontrarás el estudio completo aquí.