Cualquiera que haya tratado con caballos seguramente habrá percibido que, al igual que los perros, estos animales pueden entendernos; pero un estudio, publicado a principios de 2016 en la revista Biology Letters, ahora lo ratifica. Se trata de una serie de experimentos realizados por la Universidad de Sussex con 28 caballos de diversos establos del Reino Unido.
Los caballos son animales inteligentes y sociables y, además, saben interpretar las emociones de las personas. De la misma forma que hacemos nosotros, cuando los caballos se sienten amenazados o sorprendidos, levantan las cejas. De hecho, ya había algunos estudios que apuntaban a que, mediante la posición de los ojos y las cejas, los équidos expresan hasta 17 emociones diferentes.
A partir de aquí, el estudio en cuestión (Functionally relevant responses to human facial expressions of emotion in the domestic horse – Equus caballus) demuestra que los caballos reaccionan de forma diferente cuando la persona que tienen delante está enfadada o sonríe. Les mostraron fotografías de personas con diferentes expresiones y analizaron sus reacciones faciales y su ritmo cardíaco.
Por ejemplo, si la foto mostraba una persona enfadada, el ritmo cardíaco de los caballos se aceleraba y, además, los animales giraban la cara para ver la imagen con el ojo izquierdo. Éste transmite la información al hemisferio derecho, el cual está especializado en procesar las emociones negativas. Según los investigadores, esta reacción también la tienen los perros, por lo que podríamos considerar que ambas especies pueden interpretar el estado de ánimo de las personas que tienen delante.