Donde la asoladora desconexión con el mundo real y la naturaleza no existe.
En el vaivén de días mejores y días peores, observé cómo los caballos Pottokas viven conectados con el mundo y cómo yo y los humanos en general, nos encontramos desconectados, inmersos en rutinas y preocupaciones diarias y no somos conscientes de ello.
Encontré un refugio en la contemplación de los caballos Pottokas. Su existencia parece entrelazada con el pulso de la naturaleza, una danza armoniosa que revela una conexión innata con el mundo que a menudo los humanos, inmersos en nuestras rutinas y preocupaciones diarias, hemos perdido de vista. Lucy Rees es considerada la mayor autoridad mundial en el estudio de los caballos. Podríamos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que si hay alguien que conozca el comportamiento de los caballos a la perfección es, sin duda, Lucy Rees. A su avanzada edad, la etóloga ha pasado la mayor parte de su vida dedicada a la investigación sobre las costumbres y patrones de comportamiento del caballo en el mundo natural. Su labor ha inspirado a multitud de personas en todo el mundo y mi experiencia no ha sido una excepción.
Aterricé en El Piornal y en la Sierra de Tormantos con la ilusión de aportar mi granito de arena y ayudar a Lucy en su proyecto único en Europa con los caballitos Pottokas, caballos salvajes oriundos de las montañas del País Vasco, en concreto de la región de los Pirineos. Se caracterizan por su pequeño tamaño y su asombrosa fortaleza y resistencia física. «Pottoka» es la palabra en euskera que da nombre a estos caballos, tradicionalmente al servicio de diversas tareas en el entorno rural, como el pastoreo en terrenos montañosos.
Nos levantábamos temprano, alrededor de las 7 de la mañana. Desayunábamos en el Bar Los Truena, en el Piornal, mientras esperábamos a Efrén, la mano derecha de Lucy. Juntos subíamos al monte, algunos para rescatar a los Pottokas que se habían escapado de la finca debido a cercas rotas o puertas abiertas, y otros para reparar los vallados dañados. El entorno era simplemente maravilloso, naturaleza en todo su esplendor, un lugar idílico dónde la belleza natural se manifiesta de forma grandiosa en una diversidad de especies vegetales y animales sin igual. En este paraje natural destacaban los Pottokas armonizando perfectamente con el entorno y aportando un toque único a esta pintoresca escena natural.
Una de esas agotadoras mañanas, regresábamos al pueblo atravesando el monte cuesta arriba. Al llegar a una zona llamada Los Llanos, el espectáculo fue cautivador. Allí, en uno de los prados, bajo un sol resplandeciente, estaban los Pottokas pastando pacíficamente, con sus características manchas negras y blancas y su pelaje esponjoso y brillante. ¡Qué aspecto tan saludable!, y es que ellos están conectados con su entorno, con su medio, con el mundo natural, en armonía. Nosotros los humanos, la mayoría, no todos, no nos sentimos así, no experimentamos esa sincronización y conexión con la naturaleza. Observé cómo vivían en una coordinación perfecta: se movían y comían en manadas, y si alguno se desviaba, otro lo guiaba de vuelta al grupo. Este comportamiento me inspiró un profundo sentido de armonía, un ideal utópico para el ser humano tan desconectado de sí mismo y la naturaleza.
Durante mi estancia en El Piornal, tuve la suerte de poder asistir a unas Jornadas técnico divulgativas sobre Agricultura, Ganadería y Conservación. En estas jornadas intervinieron personalidades vinculadas con la Junta de Extremadura y también Lucy Rees como parte esencial en la conservación del entorno en la Sierra de Tormantos. El proyecto de Lucy Rees en el Piornal con los Pottokas es único en Europa. A través de una observación meticulosa, Lucy desarrolla su proyecto de investigación centrado en los Pottokas. Esta tarea se convierte en más que un estudio académico; es una travesía hacia el autoconocimiento y la conexión con el entorno natural. Al sumergirse en este entorno e interactuar con estos seres majestuosos, Lucy encuentra una simbiosis única entre su ser interior y el mundo natural que la rodea, enriqueciendo tanto su investigación como su comprensión personal del vínculo entre humanos y naturaleza. Es una clara muestra de cómo se puede experimentar el mundo de manera más completa y significativa, contribuyendo a un sentido profundo de conexión y pertenencia a lo natural.
Entre sus conclusiones investigadoras destacó los beneficios ecológicos de los Pottokas en la prevención de incendios forestales pues contribuyen a reducir la cantidad de pasto en los bosques al alimentarse de ellos. Además, al moverse y alimentarse, naturalmente crean áreas sin vegetación que actúan como cortafuegos. También resaltó que los desechos de los Pottokas contienen escarabajos que se distribuyen en el estiércol. Este podría tener un efecto repelente contra otros insectos o contribuir al equilibrio del ecosistema. Comentó entre muchos aspectos la singularidad de que en las heces de los Pottokas crece una seta en peligro de extinción, lo que resalta un posible papel positivo de estos animales en la preservación de la biodiversidad.
Trabajar en proyectos dedicados a la conservación de caballos salvajes no solo contribuye al conocimiento científico, sino que también despierta un sentido de responsabilidad hacia la preservación de estas especies y sus hábitats naturales. Es un ejemplo valioso de cómo la pasión y el compromiso individual pueden tener un impacto significativo en la comprensión y conservación de la vida silvestre.
En la actualidad, diversas fundaciones y asociaciones españolas dedicadas a la defensa de los animales están contribuyendo en la coordinación de este proyecto. Lucy requiere apoyo para continuar su labor destacada con los caballos. A modo de ejemplo, la valla de la finca donde habitan los Pottokas presenta graves problemas, dañada por otros animales e incluso por individuos que no desean que los caballos se concentren allí. Personas de diversas partes del mundo, incluyéndome a mí, nos dirigimos al Piornal para brindar ayuda y formar parte de este extraordinario proyecto. Invito a todas aquellas personas interesadas en aportar su ayuda a ponerse en contacto con la plataforma @sos_caballossalvajespiornal.
Desde este espacio, comparto mi experiencia con Lucy y los Pottokas, una vivencia conmovedora e inspiradora en la que te conviertes en parte de un proyecto absolutamente valioso. Un proyecto que no sólo proporciona conocimientos preciados sobre la naturaleza y los caballos, sino que también ofrece una oportunidad única para conectar tanto con el entorno natural como con aspectos más profundos de uno mismo.
Hoy, desde una cafetería en Sevilla, observando la vida pasar y contemplando lo que sucede ante mis ojos, busco mantener una conexión conmigo misma inspirándome en esta experiencia, aunque sé que no es tarea fácil lograrlo. Lo que puedo disfrutar con mis ojos está lejos del entorno y la pureza en el que se encuentran esos maravillosos caballos: la naturaleza y la integridad de su esencia. Hagamos un esfuerzo por preservar este regalo de la naturaleza. Lucy y los Pottokas necesitan ayuda para que sean preservados y protegidos; no dejes de ofrecérsela. No sólo es un acto de bondad. Es una aventura que promete dejar una huella imborrable en tu corazón y en tu memoria. Es una oportunidad para ti también.