En este artículo tenemos la necesidad de compartir algunos aspectos que creemos que son de base pero que en la realidad, no son tan básicos y evidentes para todo el mundo.
La ecu-revolución
No hace tanto tiempo atrás que no se tenía en cuenta muchos parámetros de nuestros compañeros equinos … y ahora, con las nuevas informaciones y estas nuevas adaptaciones del mundo del caballo hacia una vida más acorde para los equinos, salen a la luz muchos aspectos que hay que tratar, darles espacio y acordar entre todos.
Las primeras adaptaciones
Muchos caballos que hasta el momento solo han vivido en box o mini paddocks y llegan por primera vez a un Natural Paddock o un paddock dinámico, les es un shock. Necesitan tiempo para adaptarse a su nueva forma de vida, a conectar con quien realmente son, a ser algo menos dependientes de los humanos y a todos nuestros movimientos, a aprender comunicación con sus compañeros, cómo funcionan socialmente en grupo ,etc. Aunque parezca mentira, llegan muchos caballos que no saben ser caballos ni comunicarse con sus compañeros … y eso ¡requiere tiempo! Tiempo, paciencia, saber adaptarse como centro, como personas responsables de ese animal … es todo un proceso. ¡Un proceso que vale mucho la pena!
Miran, observan, empiezan a pensar, empiezan a creer en ellos y a tomar sus propias decisiones. ¡Y esto es buenísimo! Aunque para los humanos pueda parecernos un dolor de cabeza…
El caballo es un ser vivo, y como tal, merece el respeto por su individuo y como especie. Él también tiene derecho a decir la suya, sin que los humanos nos lo tomemos como algo personal y nos afecte el ego.
La evolución es aprendizaje
Ahora que sabemos lo que necesitan los caballos para ser caballos, y que es compatible indiferentemente de la actividad que realicen…¡escuchemos lo que dicen! Vivimos situaciones donde los caballos que nunca han podido decidir por ellos mismos empiezan a hacerlo….
Al vivir en espacios más grandes, los caballos pueden enseñarte cosas que hasta la fecha no habías visto. Sencillamente porque no se habían dado las circunstancias necesarias para que el caballo pudiera opinar.
Caballos que en box se dejaban poner la cabezada, ahora en el paddock de semilibertad, con sus necesidades cubiertas, empiezan a decir NO.
Nosotras no vemos esto como algo malo, sino una oportunidad excelente para trabajar ese vínculo y esa comunicación para que su respuesta sea otra diferente. Entendemos que eso duela al responsable del caballo. Mi caballo no quiere venir conmigo. Pero justo por eso es el momento de replantearse, qué hemos hecho, cómo y por qué, para haber llegado hasta aquí. Y pensar en lo que queremos hacer a partir de ahora. Ahí está el punto de inflexión. Trabajar para buscar respuestas y hacer todo lo posible para que ese caballo quiera saber de nosotros. No es algo tan complicado si tienes las herramientas de comunicación adecuadas…
Si los caballos entienden esas cosas que les pedimos, muy pocos dicen que no realmente…
El caballo como todos sabemos es un animal noble … y muy a mi pesar por esa buena cualidad que lo representa, tiene los problemas que tiene…
Momentos de cambio
En estos momentos donde hay una transición de cómo vivían antes los caballos y cómo empezarán a vivir en los centros ecuestres … los caballos más que nunca ¡necesitan de personas que quieran ver esa realidad en estos tiempos!
Personas comprometidas en querer el mejor bienestar para su caballo. Que trabajan constantemente para encontrar el equilibrio, donde el caballo tiene una palabra que hay que observar, valorar y responder.
Estamos justo en el momento de cambio … justo ahora estamos acompañando a esos caballos que conocen esas dos realidades tan distintas … y que muchos están enfadados y no comprenden nada. Aprendamos a acompañarlos, entendiendo desde la conciencia por qué se comportan así.
Esperamos que en el futuro, los problemas sean otros porque la forma de vida de los caballos ya sea la de comunidad, espacios amplios y necesidades básicas cubiertas.
Sigamos trabajando es esta dirección…con libertad, respeto y armonía.