Las señales de calma son parte del lenguaje corporal de nuestros caballos. Es parte del lenguaje no verbal que utilizan los caballos entre ellos, para comunicarse y así poder evitar conflictos, para indicar en todo momento en que estado emocional se encuentran cada uno de ellos, para estar conectados entre ellos y obtener “feedback” de los otros miembros de la manada, pero sobre todo para reducir los niveles de estrés e indicar que ellos no son ninguna amenaza.
Las miradas, bostezos, movimientos de cejas, tensando o relajando los hocicos y barbillas, los cambios de dirección de la cabeza, la horizontalidad del cuello, el frotarse una pata con el hocico, las posiciones del cuerpo en relación con otro individuo o en relación con el grupo, la posición de la cola, entre muchas otras son algunas de las formas en que los caballos emiten señales que intercambian entre ellos. Por ejemplo, cuando un potro, empieza a hacer sonar los dientes cuando pasa otro caballo adulto por su lado, este potro le está indicando que él no es ningún peligro o que no quiere hacerle la competencia para nada.
Los primeros estudios sobre las señales de calma se hicieron sobre los perros, y la crack número uno que estudió y documentó las diferentes señales de calma en los perros así como lo que querían decir fue la educadora canina noruega Turid Rugaas, ya en 1997.
Unos cuantos años después, en 2017, después de muchos años de documentación y estudio, Rachael Draaisma, con la supervisión de Turid, publicó el único libro hasta el momento que habla sobre los signos de calma y el lenguaje de signos de los caballos. En su libro aparecen documentados 20 signos (seguro que en un futuro averiguaremos muchísimos más) que los caballos utilizan para intercambiar información para apaciguar y calmarse unos a otros, para mantener un clima social positivo y para poder liberar posibles tensiones antes de que estas escalen y estallen en caos.
Las señales de calma son mucho más sutiles que lo que nos enseñan cuando entramos en contacto con los caballos, las típicas fotos sobre sus orejas y su hocico.
Para empezar a entender realmente lo que los caballos nos están comunicando, lo primero que debemos hacer es observarlos atentamente y escucharlos: el lenguaje de los caballos es muy sutil y silencioso, y como son genios, cambia dependiendo del contexto en el que se desarrolla 🙂
Por ejemplo: cuando después del ejercicio, el caballo estira super rápido las riendas de tu mano, para que su cabeza pueda llegar al suelo y poder así, frotarse su hocico con su rodilla…
– ¿Eres de los que se enfada, y tira de las riendas para poder ganar el control de su cabeza otra vez, o eres de los que piensa que tiene un picor en la nariz y le deja rascar tranquilamente sin darle más vueltas?
– ¿o quizás eres de los que sabe que este tipo de comportamiento es simplemente una «señal de calma» que el caballo utiliza para evitar conflicto y para pedirte que no es necesario que utilices tanta fuerza ni dureza??? (la dureza puede ser en el contacto, piernas, manos, asiento, o simplemente emocional, energía demasiado fuerte, enfado, rabia, miedo, etc.).
Otro ejemplo podría ser: vas a ver a tu caballo, y este no se aleja, pero gira su cabeza y cuello, prestando atención a lo lejos…
– ¿Eres de los que se lo toma personal, y con el ego un poco rasgado piensa que el caballo es rudo y no está interesado en ti?
– ¿eres de los que piensa que hay algo más interesante al otro lado de la valla y que por esto el caballo no muestra interés?
– ¿o eres de los que se da cuenta que quizás la forma de moverte es un poco abrupta y demasiado potente, y que tu caballo, te está diciendo baja un poquito la marcha por favor que yo no quiero problemas??
Casi todos los caballos están continuamente dándonos señales de calma, somos nosotros que no escuchamos y cada vez gritamos más. Todo ese lenguaje «secreto» es de vital importancia cuando nos encontramos con nuestros caballos; una de las señales de calma que utilizo más cuando entreno o estoy con ellos es la de la respiración. Con mi respiración, pausada y profunda contesto a sus preocupaciones, y les hago saber que todo va bien, que no tienen porque preocuparse. Es una de las primeras lecciones que todos nuestros estudiantes reciben, tanto caballos como humanos.
Otra de mis favoritas es dejarles espacio: a los caballos les encanta no sentirse invadidos y que les respeten su espacio, es por eso, que un pasito hacia al lado o hacia atrás después de un ejercicio bien hecho es una de las mejores recompensas para ellos.
Mirando los dos polos opuestos del comportamiento equino (hablando siempre de caballos domesticados), en un extremo tenemos a los caballos hiper reactivos (la mayoría acaban en mataderos ya que son considerados «indomables» o peligrosos) y al otro extremo los caballos que están «shut down» (la mayoría acaban como caballos de terapias o de clases para principiantes), nos encontramos ante las dos caras de una misma moneda: ambos tipos de caballos han sido ignorados, y su forma de lidiar con ello es o bien gritar lo más alto que pueden o bien encerrarse en uno mismo y de este modo poder sobrevivir.
Entre estos dos extremos hay muchas áreas grisáceas, y es por ese motivo que la detallada observación de tu caballo es primordial si queremos entender lo que nos está diciendo. Los caballos tienen diferentes personalidades, es por eso por lo que unos serán más expresivos, otros mucho más sutiles, pero si empezamos a entender su lenguaje, a respetar sus tiempos y a comunicarnos con ellos dejando el espacio que necesitan, no solo nuestra relación va a fluir mejor, nuestros caballos van a, finalmente, ser escuchados.
Lo que si es seguro, es que no importa el extremo en el que se encuentra tu caballo, si nos damos la oportunidad de aprender sobre los signos de calma y el lenguaje secreto de los caballos, damos a nuestros equinos, la oportunidad de volver a vivir una vida en la que sean escuchados y entendidos.
Espero que os haya gustado lo suficiente como para empezar a indagar, a observar y a estudiar sobre este tema. Es la caja de pandora. Entender los signos de calma os va a beneficiar toda comunicación equina.
Otro crack a la que vale seguir i estar al día de su trabajo es la Americana Sharon Wilsie, os encantará.
Solamente podremos empezar a rasgar la superficie del bienestar de nuestros animales si nos cuestionamos nuestros métodos en todo momento, y seguimos estudiando la naturaleza de estos.
Y para terminar os dejo con una famosa frase de Sócrates:
«La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia.»