Hanna Engström es entrenadora licenciada del Academic Art of Riding by ©Bent Branderup. Lleva más de 35 años formando a jinetes y a caballos. Se dedica especialmente a investigar la posición del jinete y se ha convertido en una maestra de referencia en la educación del asiento.
Hanna dirige su propia academia de equitación en Gotland/Suecia e imparte clases por toda Europa. El 11 de junio de 2022, Hanna Engström vendrá a Veciana/Barcelona para impartir un taller «Seat-Communication con Steady Freddy«.
¿Cómo funciona la comunicación a través del asiento?
Se trata del equilibrio y de cómo utilizamos nuestro esqueleto, los músculos y las fascias de manera que tengamos la capacidad de permanecer quietos de pie pero también de movernos con ligereza y facilidad. Así que, en realidad, la comunicación del asiento es entender el poder del peso y de cómo el este invita naturalmente al caballo a evitar que él mismo o nosotros perdamos el equilibrio.
Los caballos son animales muy inteligentes. No necesitan aprender mucho, porque sienten directamente lo que hacemos. Y los caballos se ponen muy contentos cuando sienten que nuestro cerebro y nuestras extremidades están de acuerdo y le explicamos de forma fácil y comprensible lo que queremos que hagan. Pero a menudo no somos conscientes de que estamos en conflicto con nuestro propio cuerpo, que nuestro equilibrio, nuestros músculos, nuestro cerebro, nuestras manos o nuestras piernas están diciendo cinco cosas distintas a la vez y nos quedamos esperando que el caballo nos entienda y al no hacerlo, pensamos que es él el que tiene el problema. Estamos hablando de tener conciencia de nuestro cuerpo. Y es genial cuando consigues ese código y te das cuenta de que puedes comunicarte con mucho menos esfuerzo. Nos acercamos a los deseos que tienen muchos jinetes: montar más ligero, dar ayudas más pequeñas, reunir sin ser duro, o alejarse un poco de ser tan duro con las manos, y no necesitar tanto esfuerzo muscular. Los caballos son potentes y los montamos porque nos gusta esta potencia. No queremos tener la sensación de estar moviendo una nevera, queremos que la nevera vuele con nosotros.
¿Qué partes del cuerpo tienen que ver con el «asiento»?
Básicamente, el asiento es el suelo pélvico y la parte superior de las piernas. Es la zona del cuerpo a través de la que distribuyes el peso y la que está en contacto directo con el caballo. Esta zona necesita una buena educación sobre cómo comunicarse a través del contacto.
Pero también interviene en la dirección el resto del cuerpo. Sabes por experiencia que si quieres caminar en un círculo, tus pies también tienen que girar en esa dirección. Y luego está la parte superior de tu cuerpo, si sabes esquiar, sabes que el más mínimo cambio en la parte superior de tu cuerpo, o incluso en el cuello y la cabeza, influye inmediatamente en tu punto de gravedad. Por último, pero no menos importante, tienes los brazos y las manos, estas herramientas imprescindibles en nuestras vidas. Las utilizamos en todo momento, tanto, que es difícil pedirles que sean más silenciosas. Así que casi como un yogui, se necesita tiempo para educar tu control muscular, que con algunos músculos puedas decir: haz un poco más, apoya más, y al mismo tiempo a otras partes les puedas decir: cálmate, relájate. Yo diría que todo tu cuerpo forma parte de tu asiento y añadiría también tus pensamientos y emociones porque están coloreando tu postura.
¿Cómo puedo saber por dónde pongo peso?
En primer lugar, hay que asegurarse de que estás cómodo. Porque si estamos nerviosos, si tenemos problemas de dolor o estamos preocupados por si nos vemos mal o no somos lo suficientemente buenos, entonces eso es perturbador. Necesitamos un buen ambiente que nos permita atrevernos a relajarnos tanto que podamos aceptar lo que realmente sentimos.
Y es entonces cuando podremos ver si nuestro cuerpo, ya relajado, puede aceptar y seguir los movimientos del caballo. Y si es así, podemos empezar a entender los movimientos y ponerles nombre, por ejemplo, qué pierna se mueve o cómo gira el tórax etc. El caballo crea un movimiento muy saludable en nuestra columna vertebral que es similar a nuestra forma de caminar. Y gracias a ello, nuestro cerebro puede acostumbrarse a los movimientos del caballo. A partir de ahí, podemos utilizar nuestros movimientos para hablar con el caballo: girar un poco a la derecha o a la izquierda o ir un poco más rápido o más lento. Esto es lo que llamamos ayudas del asiento o del cuerpo.
Todos tenemos imágenes de la posición perfecta. ¿Cuál es para ti la posición correcta?
Desde la infancia cada cuerpo ha aprendido a caminar y moverse y todos hemos creado un pequeño estilo personal. Si nos esforzamos demasiado en cambiar este estilo personal es muy probable que creemos una tensión secundaria. Por eso tenemos muchas posiciones posibles. Muchos jinetes tienen dificultades para comunicarse con fluidez con su caballo, y se sienten incómodos al aplicar las ayudas. Por lo tanto, no soy partidaria de decirle al jinete que tiene que hacerlo de una forma determinada, porque eso puede crear fácilmente nuevas tensiones. En su lugar, trato de entrenar al jinete ofreciéndole diferentes opciones para que las explore.
Muchos jinetes tienen dolores de espalda u otros problemas al montar. ¿A qué es debido?
La equitación es uno de los deporte más complejos y completos que se pueden practicar. La educación del asiento también es necesaria para mejorar la tendencia lateral que tengamos, tanto si es diestra como zurda. Porque si hacemos demasiados ejercicios dejando que dicha tendencia lateral decida cómo colocarnos en cada ejercicio, estaremos reforzando una mala posición y en el peor de los casos nosotros – o el caballo – terminaremos con dolor. Si salimos a dar un paseo, los caminos y la naturaleza nos dan una gran variedad de movimientos, subidas, bajadas, curvas etc… Pero cuando entras en una pista, el cerebro se «atasca» y aparecen nuestros patrones y nuestro cuerpo pierde su creatividad y, por ejemplo, a menudo terminamos trabajando a la mano más fácil. Así que el entrenamiento del asiento también consiste en aprender a trabajar correctamente los ejercicios a las dos manos. Te vuelves más libre y más fuerte, como al hacer yoga u otros deportes.
¿Quién es Steady Freddy y por qué trabajas con él?
Steady Freddy es un caballo de madera o una simple construcción que se hace para poner la silla de montar encima. Al principio trabajaba a los jinetes montando a sus caballos. Pero luego me di cuenta que si mi propósito era darle al jinete la capacidad de reiniciar y hacer nuevas elecciones sobre cómo le gustaría comunicarse con su caballo, lo mejor era empezar con el jinete y con el caballo por separado. Porque cuando pones a dos seres juntos, interactúan y seretroalimentan. Es bastante complicado, por ejemplo, ver si es el caballo o el jinete el que está torcido. Con Steady Freddy el jinete está menos nervioso, no hay grandes movimientos que afrontar y Steady Freddy no desequilibra al jinete. Obtienes un feedback más claro hablando solo de tu cuerpo a tu propio cuerpo. Y por último, pero no menos importante, también es mejor para el caballo, porque es muy cansado para ellos ser nuestro espejo todo el tiempo mostrando nuestros problemas. Con el Steady Freddy vamos mucho más rápido y también creo que es más ético.
¿Quién puede beneficiarse de la comunicación a través del asiento?
Todos los jinetes pueden beneficiarse de una mejor comunicación, independientemente de si eres un jinete de salto, de doma o un jinete de ocio. Además, no se puede competir en la conciencia corporal. Así que lo que hacemos es pura educación. Cada jinete merece desarrollar la comprensión de su asiento como una herramienta fantástica para comunicarse con los caballos.
¿Por qué es tan importante para ti la educación sobre el asiento?
Además del deseo de sentirme lo más segura posible mientras monto, tengo el sueño y el deseo de que mi caballo esté contento y satisfecho conmigo. Y la única manera de llegar a un acuerdo entre dos seres, es poder entenderse. Pero somos dos especies diferentes que no tienen el mismo lenguaje: el caballo habla con el lenguaje corporal, los movimientos, la respiración, mientras que nosotros utilizamos principalmente las palabras. Así que si somos capaces de sentir mejor con el cuerpo, tendremos una comunicación más verdadera y honesta. El asiento no es algo de lo que sólo se pueda hablar. Hay que sentir a través del asiento y hay que transmitir a través del asiento. Esto es lo que quiero compartir con la gente: que aprendan y confíen en sus sensaciones.