David Canes (a la derecha de la foto), miembro del equipo de herradores del equipo olímpico español en Río, nos ha fascinado en esta entrevista que le hemos hecho, desde sus principios como panadero, pasando como profesor de la escuela de herradores y su último hito, en las olimpiadas. Así nos lo cuenta.
David Canes, miembro del equipo de herradores del equipo olímpico español en Río, nos ha fascinado en esta entrevista, desde sus principios como panadero, pasando como profesor de la escuela de herradores y su último hito, en las olimpiadas. Así nos lo cuenta: Yo era panadero, pero ya por aquel entonces me encantaban los caballos, cuando volví del servicio militar, me fui a París a trabajar en un circo musical zíngaro, donde estuve año y medio. Entonces volví y empecé a trabajar en una ganadería de Massanet donde conocí al que hoy es mi socio Eduard Marés. Venía a herrar los caballos de la ganadería y viéndolo, me entusiasmó lo que hacía y decidí ser herrador.
En aquella época no había escuelas de herraje, asi que empecé con diferentes profesionales entre los que destacaría a Ricard Roselló, quien me enseñó los valores de este oficio. Más tarde fui a Francia, asistí a cursos de fin de semana y a congresos, para formarme. Era un momento de cambio, había un interés colectivo en la formación de los herradores, de alguna manera dirigido por Jaume Marés. Él era el herrador más emblemático que teníamos. Si él se iba a Francia o a Alemania a un Congreso, allá íbamos todos, siguiendo sus pasos,en tiró del carro. Su muerte fue para todos nosotros, un duro golpe y una gran pérdida.
Más tarde, a través de la Asociación de Herradores, hace unos veinte años ya, empezamos a traer herradores de fuera para que dieran cursos de formación aquí.
Nosotros, lo bueno que tuvimos es que aprendimos, adaptamos y resumimos, extrayendo lo mejor de cada profesional y creamos una escuela.
Hoy, el herraje en Cataluña tiene un nivel medio alto a nivel internacional. Tenemos una gran plantilla de herradores que dan un muy buen servicio.
- ¿Estas han sido las primeras olimpiadas a las que habéis asistido como herradores oficiales del equipo Español ?
Para la New Generation sí, para mi socio Edo Mares son las segundas. Él estuvo en las Olimpiadas de Barcelona en el 92, junto a su hermano Jaume Mares.
- ¿Cómo has vivido la experiencia de ser herrador Olímpico?
¡Muy bien, ha sido extraordinario! Una experiencia fantástica. Hemos ido como herradores del Equipo de Doma Clásica gracias a la presión que ejercieron los jinetes de doma sobre todo de Beatriz Ferrer Salat.
- Si vosotros erais los herradores del equipo de doma; El equipo de salto y completo ¿tenían otros herradores?
No
- ¿Pero cómo funciona? ¿lo normal no es que cada país lleve a su equipo de herradores?
Sí, Uganda, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda… todos los países llevan a su herrador que están para cubrir las necesidades de las 3 disciplinas. Nosotros nos ofrecimos para quedarnos a cubrir el campeonato de salto que fue días después del de doma. Ya estábamos allí y por lo tanto no nos costaba nada quedarnos unos días más pero, nos dijeron que no.
- ¿Cómo ha sido vuestro día a día en Rio? ¿Qué tareas habéis desarrollado?
Los caballos estaban en Deodoro, un centro hípico que se encuentra dentro de un gran complejo militar, a 60 km de Copacabana en Río, que es donde nos alojábamos. Teníamos una hora y media para llegar por las mañanas y por la tarde de vuelta de 2 a 3 horas a causa del tráfico.
Cada mañana nos desplazábamos a Deodoro y estábamos toda la mañana viendo cómo entrenaban los jinetes de doma, cada uno con sus entrenadores. Si no pasaba nada, hacia las 14:30h volvíamos al hotel y teníamos las tardes libres.
Durante nuestra estancia, tuvimos que hacer algún cambio y alguna modificación.
- ¿Qué ocurrió con la herradura de Alberto Hermoso?
Nosotros estábamos allí para dar servicio al equipo de doma pero como Albert era el primero que participaba en las Olimpiadas le ofrecimos nuestra ayuda. Tuvo la mala suerte que entrenando su caballo se alcanzó y se desherró, teniendo una contractura en el menudillo. Nosotros le volvimos a poner la herradura por los mismos agujeros, no tocamos nada de aplomo. En estos casos es mejor no hacerlo.
- ¿Hay alguna diferencia en el tipo de herraje de los caballos que van a las olimpiadas?
No, hay que mantener la dinámica de siempre, hay que tener en cuenta que estás en un momento delicado y no puedes arriesgar. Los riesgos se toman 2 herrajes antes si quieres modificar alguna cosa.
- Explícanos qué diferencias básicas hay a la hora de herrar un caballo de doma, salto y completo.
El herraje siempre depende del tipo de superficie en la que se trabaja. El aplomo básicamente para todos los caballos es el mismo, pero no las tensiones mecánicas. Y lo que te permite aumentar o disminuir estás tensiones mecánicas son las superficies de apoyo que tu le das y la resistencia que crearás sobre el terreno en el que trabaje.
El caballo de doma y el de salto trabajan en una superficie similar, jugamos más con las anchuras de la herradura para intentar qué hundan más o menos una parte del casco para que tengan más o menos tensiones a nivel articular, tendinoso y ligamentoso. El caballo de completo por la prueba de “campo a través” necesita un “grip”, una herradura que se enganche más al terreno. Son herraduras preparadas para poner ramplones y así aumentar la adherencia al terreno.
- Cuando un caballo tiene un defecto de aplomos, como por ejemplo izquierdo o estevado ¿cómo debéis actuar? ¿hay que mejorar un aplomo que por naturaleza no es el más adecuado, o por lo contrario hay que adaptar el herraje a sus defectos?
Cuando un caballo tiene un defecto de aplomo lo tendrá toda la vida. Lo que mucha gente no entiende es que las diferentes conformaciones de los caballos no son un problema, han nacido con ello. El profesional que entiende esos aplomos hará un herraje adecuado a minimizar las tensiones que estás conformaciones le crean al caballo.
- ¿Cuando nace “A new generation of farriers” y cual es el objetivo?
Surgió de manera espontánea, hablando un día con Edo Mares mi socio, empezamos a pensar en crear una plataforma para enseñar una manera diferente de herrar y de entender al caballo en su conjunto. Fusionamos nuestras experiencias, yo había estado 18 años como profesor en el ECAE y Edo a través de su hermano tenía más experiencia con los caballos de deporte y alta competición, así que nos nutrimos mutuamente.
Actualmente somos ocho herradores y lo que queremos es inculcar unos valores y una manera de entender al caballo.
- ¿Porque este nombre de New Generation of farriers?
El nombre viene porque realmente creemos que somos una nueva generación de herradores, que entendemos un nuevo concepto del herraje. El herrador que iba siempre solo o acompañado como mucho por su perro ha cambiado. Lo que no queremos es enseñar a clavar una herradura o a hacer un trabajo mecánico, es algo más profundo. Nuestra filosofía es entender, dar dos pasos atrás y observar el caballo, mirarlo desde un prisma de conjunto. Nuestro trabajo forma parte de un grupo de profesionales: el jinete, el mozo, el veterinario, el fisioterapeuta, el dentista y el osteópata… que lo que pretendemos es llegar a un mismo objetivo, el bienestar del caballo.
- ¿Cómo funcionáis?
Todos tenemos nuestros clientes, pero cuando hay un trabajo interesante o hay que ir fuera, a España o al extranjero lo hacemos juntos.
Nuestro objetivo es que el caballo trabaje lo más equilibradamente posible.