Estoy segura que habrás oido decir que “los caballos son deportistas” y a lo mejor has pensado: “bueno, el mío sólo da una rutilla de vez en cuando”.
Si así ha sido el caso, tengo que decirte que tu caballo es un deportista desde el momento en el que se le coloca una montura encima.
¿Por qué? Porque si buscamos la definición de deporte en la RAE, nos encontramos esta definición:
“Actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas.”
Me cuadra bastante esta definición con la actividad que hacemos con nuestros caballos al montarlos, ya sea de ocio o con un fin de competición.
Los caballos no están preparados para cargar peso encima por naturaleza, eso es algo que nosotros hemos inventado, pero en el caso que lo queramos hacer afectando de la menor manera posible a su salud, requiere una preparación previa y durante su vida deportiva.
Así, todos los caballos que se montan los tenemos que considerar deportistas.
¿Qué implica tener un deportista?
En primer lugar, debemos de darle todos los medios para que pueda realizar esa actividad lo mejor posible y que suponga las menos consecuencias en su salud.
Dentro de estos medios está:
- Una correcta nutrición, adecuada al nivel de exigencia que tenga su actividad y revisado por su veterinario nutricionista.
- Revisión anual del dentista por su veterinario odontólogo.
- Una correcta pauta de medicina preventiva (vacunas, desparasitaciones) por parte de su veterinario.
- Una correcta pauta de herraje o recortes por su herrador o podólogo.
- Y por supuesto, su revisión por parte del veterinario quiropráctico/ rehabilitador…
- Sin olvidarnos de las necesidades básicas que tienen los caballos como libre movimiento, compañía, etc.
Tener un caballo deportista implica que para realizar su actividad:
- Necesita un correcto calentamiento (los tenistas no van a jugar un partido recién levantados del sofá).
- Necesita un equipo adecuado (el piloto de F1 no va a conducir con tacones).
- Necesita una preparación adecuada para fortalecer la musculatura (un remero no hace la misma preparación física que una gimnasta rítmica).
- Necesita un correcto estiramiento post ejercicio (Pau Gasol no se metía directamente en la cama tras un partido sin estirar antes).
Y por supuesto, cualquiera de los deportistas de las disciplinas que he comentado anteriormente tienen sus visitas a un fisioterapeuta ¿por qué es así?
- Porque quieres comprobar que tu musculatura está en el estado óptimo para poder realizar ese ejercicio.
- Porque realizar ejercicio, suele estar ligado a momentos de sobreesfuerzo muscular, y ello suele implicar compensaciones musculares y sobrecargas cuando ese esfuerzo es mantenido y repetitivo en el tiempo, dando lugar a contracturas.
- Y en consecuencia, para evitar que esa contractura y esas compensaciones vayan a más, debes aliviar tensión y dolor en esa musculatura para poder usarla correctamente en el futuro.
- Porque el fisioterapeuta te puede marcar ejercicios para ayudar a desarrollar correctamente la musculatura que se necesita y qué estiramientos son los mejores en cada caso para evitar esa sobrecarga muscular.
Muchos podréis pensar que lleváis mucho tiempo montando a caballo y que nunca habéis necesitado la figura del veterinario rehabilitador, entonces ¿por qué debo llamarlo ahora?
Muy simple, antes la figura del veterinario rehabilitador no existía y porque que toda la vida se haya hecho de una manera, no justifica que fuera la manera correcta.
Como ya comenté en el artículo Aunque tu caballo no cojea, puede tener dolor, entendemos que un caballo sólo tiene dolor cuando cojea, cuando no es así.
Además, muchos comportamientos que son derivados del dolor se han normalizado o se han justificado como que un caballo es “malo” o “vago”, cuando el origen de ese comportamiento era dolor.
Es importante recalcar que cada caballo tendrá una pauta de revisiones diferente según su nivel de actividad y su salud músculo-esquelética, por lo que no penséis que por llamar a un veterinario quiropráctico, eso ya va a implicar una revisión mensual a vuestro caballo.
Hay caballos que necesitan una revisión al año, otros cada 3 meses o al principio puede ser cada 15 días.
Hay una frase que suelo escuchar mucho a mi compañero Mario Soriano que es “Si crees que el conocimiento es caro, prueba la ignorancia”.
Lo importante es realizar esa primera revisión para saber de qué estado músculo-esquelético partes y que el veterinario te ayude a entender porqué tu caballo cada vez que le pides girar a la derecha se resiste, (puede que tenga el lado izquierdo del cuello contraído y el poner una embocadura más fuerte, no soluciona el problema, pone un parche porque el caballo prefiere girar a pesar del dolor del cuello con tal de no mitigar el dolor en la boca).
He sido un poco cruda en esta última explicación, pero es una realidad que considero que ya tenemos las herramientas suficientes para poder cambiar.
Tengo un seminario que os puede interesar que se llama «Todo lo que debería saber un propietario a la hora de tener un caballo» que creo os puede ser muy interesante.
Trailer del seminario: Aquí
Accede al seminario: Aquí
No dudes en seguirme en mis redes sociales para encontrar más información sobre el tema y conocer mis servicios tanto online como presenciales: