En esta edición de libros a caballo os traemos un libro especial. Breve pero intenso, de lenguaje asequible pero íntimo…
Se llama Equisofía, la equitación del arte y el corazón.
Escrito por Fernando Osorio, con prólogo de Víctor Álvarez, y publicado por Kolima.
Es posible que te resulte más familiar Víctor Álvarez que hace el prólogo que el propio autor, Fernado Osorio. Fue durante diez años colaborador de la revista Ecuestre, amante de la literatura, la filosofía, la psicología y, por supuesto, la equitación.
Tuve la oportunidad de intercambiar durante un tiempo algunas conversaciones con este autor. Contacté con él mientras me estaba leyendo el libro, gratamente sorprendida: era realmente bueno, y quería conocer al autor.
De nuestras conversaciones en aquella época recuerdo que era un hombre humilde, pero que había salido un poco desencantado del “mundo ecuestre”. Un mundo ecuestre malentendido del que poco a poco vamos saliendo, en el que si quieres trabajar y vivir de él a veces tienes que pasar por el aro, o mejor dicho, por la trituradora de las tandas, de las heridas en los pasos de cincha, de los dale una patada, salta, compite y así hasta el infinito
A la esquisitez del verbo en este libro hay que añadir una cuidada ilustración combinada con preciosas fotografías, siempre en blanco y negro.
Como define el propio autor a su libro:
“Equisofía es un libro escrito con el corazón por y para el caballo, por y para el jinete y como rendido homenaje a ese mágico binomio que, en cualquier pista, en cualquier escenario, debería pintar siempre con los pinceles del arte ecuestre.
A lo largo de estas páginas circulan a sus anchas caballos y caballistas, personajes exóticos, excéntricos, sabios, ignorantes, trabajadores incansables, vagos redomados, buenas y malas gentes… en fin, ese rocambolesco popurrí del que todos formamos parte y que he querido retratar a mi manera en este libro.
Equisofía es, en definitiva, la pequeña patria de los que amamos al caballo buscando con él (nunca contra él) el arte que en mayor o menor medida todos llevamos dentro, pues la equitación debería pasar siempre por intentar crear algo bello, por seducir, nunca por violar.”
La copio literal porque me parece una descripción bárbara de este libro, que no es una novela, o un manual, sino un conjunto de reflexiones bien hiladas y que te llevan por un sentir común y una filosofía sobre el caballo que seguro que muchos compartimos.
De ahí el nombre del libro, Equi- sofía , aunque si no recuerdo mal, sofía (sophia) significa sabiduría o conocimiento (aunque no es lo mismo ser sabio que saber de algo).
Su índice, sugerente igual que el libro, es como sigue:
- Respeto (o el perfume de las flores).
- La humildad en una taza de té
- Un poquito de Psicología
- Ilusión y trabajo (o la vacuna contra la fe de los necios)
- Dignidad (o la sinceridad del espejo).
- El asiento (piedra angular)
- El arte de la seducción
- El amo justo
- Las manos
- La competición (o la ceguera de los laureles)
- Cicatrices
- Aprender, aprender y aprender
- Las piernas
- Laureles de otoño
Además de capítulos cortos, con títulos sugerentes, acompaña el inicio de cada uno con un proverbio, una cita, en relación con el tema a tratar. Un recurso bien es cierto que trillado en la literatura, pero muy cuidado en este caso.
Nos encontramos por lo tanto ante un libro de filosofía de la equitación para todos los amantes de los caballos, que trata tanto sobre el caballo como animal, como ser vivo, como compañero, sobre las personas de caballo, sobre la enseñanza; la enseñanza a otras personas, la doma del caballo; y el camino del aprendizaje propio, de los demás, y del propio ser vivo con el que pretendemos trabajar.
Además de algunas imágenes del libro, os dejo con algunas frases reseñables del mismo. Lo que queda, es sumergirse plácidamente en sus poco más de 150 páginas.