Si adviertes cambios de comportamiento en tu caballo e incluso cambios físicos, fíjate en la silla, es posible que sea la causa del problema.
Caballos que sin motivo aparente aceleran el trote, que cojean o que acostumbran a tropezar sólo cuando van montados, o trabajan detrás de la mano, son «comportamientos» que pueden deberse a algo tan simple como una silla de montar inadecuada.
Utilizar una silla de montar que no se ajusta al caballo, puede afectar, entre muchas otras cosas, a los puntos reflejos del caballo y provocar reacciones instintivas en lugar de comportamientos conscientes. Es importante descartar esta posibilidad antes de empezar a corregir al caballo como si su comportamiento fuera consciente ya que lo único que vamos a conseguir es empeorar mas la situación. Entonces, ¿cuáles son algunas de las señales que nos pueden alertar de que sus problemas podrían deberse a una silla inadecuada?
Señales de advertencia
Estos son solo algunos de los indicios de que tu silla podría estar molestando a tu caballo:
- Una endidura en el músculo justo detrás de la cruz
- Desarrollo incorrecto del cuello (más musculado en la parte inferior que en la cresta)
- Cola torcida, “pellizcada”
- Espalda hueca o hundida
- Muestra el blanco de los ojos al ir montado
- Mordedura excesiva del freno cuando va montado
- Orejas relajadas
- Cojea solo al ir montado
- Tropezar o tropezar
- Galope a cuatro tiempos
- Corcovear o criar
- Resistencia a avanzar (se queda detrás de la mano)
- Rehusa ante el obstáculo (saltos)
- Pelos blancos o ampollas en el área de la cruz
- Mala actitud de trabajo, «mal comportamiento» general
La lista es larga. Obviamente, a veces hay razones psicosomáticas absolutamente válidas, o cojeras e incluso enfermedades, aunque, ante la duda, el primer paso será hacer una simple evaluación diagnóstica del ajuste de la silla por parte de un ajustador de sillas o saddle fitter calificado que son expertos en biomecánica y anatomía equinas.
Aprendiendo a escuchar
Si la silla ejerce presión sobre los puntos reflejos a lo largo de la columna del caballo, debido a un canal de ventilación demasiado estrecho o porque se tuerce durante el movimiento debido a la asimetría natural, el caballo bajará la espalda como acto reflejo para escapar de la presión o el dolor. Ante esta acción, se pierde impulsión hacia adelante. El comportamiento defensivo del caballo y un jinete desequilibrado son solo algunas de las otras consecuencias. Esto se convierte en una monta incómoda e incluso dolorosa para el caballo y una experiencia frustrante para el jinete. El caballo no puede responder a las ayudas que le da el jinete, ya que la presión sobre sus puntos reflejos inhibe su capacidad para hacerlo. Piensa en el reflejo de tu rodilla: aunque el médico te dijera que no movieras la pierna cuando golpea tu rodilla, te sería imposible no hacerlo.
Por lo tanto, tiene sentido que una silla de montar que constantemente ejerza presión sobre los puntos reflejos del caballo dificulte la comunicación con él. Imagínate que le pides a tu caballo que avance, sin embargo, la silla ejerce demasiada presión sobre un punto reflejo que le dificulta la capacidad de movimiento. La reacción refleja real en este punto será la contraria a la que se le ha pedido. El caballo instintivamente no avanzará, y lo que es más importante, no podrá.
La figura del Saddle fitter no es muy conocida todavía en nuestro pais pero es muy necesaria y actualmente ya contamos con algúna. También contamos con fabricantes de sillas que ajustan y adaptan sus modelos a cada caballo en particular.
Asegúrate de que un buen ajustador de sillas de montar analice su ajuste, alguien que tenga un buen conocimiento de la anatomía y la biomecánica equinas, y conozca los problemas que estás experimentando, para que pueda ayudarte a encontrar una solución para ti y sobretodo para tu caballo.
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Fuente: equinewellnessmagazine.com