El Método Franklin es un método muy reconocido y extendido por todo el mundo. Se imparte en muchos centros y universidades y se aplica tanto en la equitación cómo en otras disciplinas como terapias, yoga, danza, pilates, etc.
Es un método científicamente probado que proporciona una amplia gama de herramientas y recursos para mejorar tu conciencia corporal.
El método Franklin aplicado al mundo de la equitación tiene como objetivo lograr una mayor conciencia tanto de nuestros propios movimientos durante la monta, cómo de los movimientos del caballo. Consiguiendo una mejora en la coordinación y conexión más clara y precisa.
El método Franklin proporciona diferentes herramientas como las imágenes neurocognitivas, el estudio de la anatomía humana, ejercicios neuromusculares y el uso de pelotas y bandas. Estos recursos permiten comprender mejor cómo movernos con más facilidad y menos esfuerzo, además de conseguir que los resultados de nuestro trabajo en nuestro cuerpo sean más duraderos, como por ejemplo sustituir un patrón de movimiento incorrecto. También conseguimos un cambio en nuestra forma de interpretar el movimiento.
El método Franklin está inspirado en la Ideokinesis. La ideokinesis es una técnica mental basada en mejorar nuestra postura, la alineación de nuestro cuerpo y la fluidez mediante imágenes. Visualizar un patrón de movimiento educa al sistema nervioso y favorece los movimientos.
La mejor herramienta que tenemos siempre disponible para utilizar es nuestra mente. Con el uso de imágenes conseguimos dirigir nuestra atención y crear un enfoque claro. A través del uso de imágenes dinámicas neurocognitivas (DNI)TM se consigue un entrenamiento del control postural y del movimiento. Se utilizan ejercicios de movimiento progresivo combinados con varios métodos de visualización para dar a entender la biomecánica corporal, y las relaciones espaciales y funcionales del cuerpo durante el movimiento. Cuando trabajamos nuestra propiocepción y escuchamos nuestro cuerpo adquirimos una conciencia corporal que nos permite aprender nuevos movimientos y sentirlos de una manera mucho más sencilla.
Aprender los ritmos óseos, cómo se mueven los huesos naturalmente y entender su movimiento tridimensional nos permite producir un movimiento seguro y eficiente y nos prepara para poder tratar aspectos funcionales como la alineación dinámica, la absorción de fuerzas, la contra rotación, etc,
Con el uso guiado por un instructor certificado en Método Franklin de las pelotas y bandas tanto en ejercicios del jinete desmontado como con el uso mientras montamos conseguimos activar nuestro sistema nervioso en diferentes partes de nuestro cuerpo activando así nuestra propiocepción y liberando tensiones para permitir un movimiento más fluido y eficiente.
Entender cómo nos movemos y cómo se mueve el caballo es esencial para poder entender y acompañar el movimiento del caballo. Los desequilibrios que hagamos y las tensiones que tengamos en nuestros movimientos se verán reflejadas en el movimiento y en la posición del caballo, que se tensará o se bloqueará si nuestro movimiento no es fluido y armonioso.
Detectar nuestros desequilibrios, trabajar nuestra coordinación e intentar ser más simétricos ayudará a que el caballo se mueva mejor.
De la misma manera, si el caballo tiene un movimiento diferente en una parte del cuerpo u otra, o el caballo se tensa, nos afectará a nosotros. Ser conscientes y detectar qué está sucediendo nos ayudará a corregir los movimientos del caballo a través de nuestro cuerpo.