Ya tenemos aquí el calor y hay que empezar a buscar las horas más frescas del día para entrenar a nuestros caballos. Las condiciones ambientales cálidas y en ocasiones también húmedas, pueden ser un riesgo grave para la salud y el rendimiento a menos que se manejen adecuadamente. La investigación sobre los efectos del calor y la humedad en los caballos durante el entrenamiento y sobretodo durante la competición ha estado en marcha desde los Juegos Olímpicos de Atlanta.
Aquí podrás encontrar información práctica sobre el enfriamiento más eficaz para los caballos, según lo recomendado por la FEI.
Uno de los primeros paso que hay que trabajar es acostumbrar a tu caballo a los métodos de enfriamiento como a los ventiladores, a que se les rocíe con agua y a que tengan gente trabajando a su alrededor.
MEJORES técnicas de enfriamiento (en orden de efectividad)
- Aplicale agua fría: la aplicación de grandes volúmenes de agua fría en todo el cuerpo del caballo es la forma más eficaz de enfriarlo.
- Aprovecha los ventiladores o los ventiladores de nebulización.
- Moverlo a la sombra.
El enfriamiento agresivo es el factor más importante para reducir el golpe de calor en los caballos y reduce en gran medida el riesgo de colapso y posibles lesiones.
Cosas que NO funcionan:
- Paquetes de hielo: no es eficaz colocar paquetes de hielo sobre los vasos sanguíneos grandes, como los que se encuentran entre las patas traseras o sobre la yugular.
- Hielo o agua fría en el recto: es un tratamiento invasivo, no está permitido, es peligroso y también ineficaz.
- Toallas mojadas: colocar toallas mojadas sobre el caballo en realidad ralentiza la pérdida de calor.
Consejos prácticos para la gestión diaria
El agua no debe restringirse en ningún momento y puede permitirse de manera segura antes e inmediatamente después del ejercicio.
Recuperación tras el transporte: a su llegada tras un trayecto de larga distancia, los caballos tienen un mayor riesgo de padecer cólicos y enfermedades respiratorias (“fiebre del transporte”).
Se les ha de permitir descansar para que puedan recuperarse durante al menos 3 días con paseos regulares de la mano (y pastoreo si es posible, para alentarle a bajar la cabeza, lo que ayuda a despejar las vías respiratorias) antes de realizar cualquier entrenamiento significativo.
Monitoreo diario: Observar el comportamiento, la ingesta de alimento, la ingesta de agua, los excrementos (frecuencia y consistencia) y los parámetros clínicos básicos (peso corporal, temperatura rectal, frecuencia cardíaca y frecuencia respiratoria) son las mejores formas de identificar y tratar lo antes posible cualquier problema que puede ocurrir.
Señales de que un caballo puede estar sobrecalentado
Si te preocupa que tu caballo pueda tener un golpe de calor severo, entonces es importante que busques el consejo de un veterinario lo antes posible.
Las señales de que tu caballo puede estar sufriendo un golpe de calor incluyen:
- Letargo e inestabilidad, especialmente al levantarse después del ejercicio (ataxia).
- Soplar (respiración profunda y moderadamente rápida) en exceso durante un tiempo prolongado después del ejercicio.
- Jadeo (respiración superficial más rápida)
- Fosa nasal que se ensancha
- Sensación de mucho calor al tacto
- Aumento de la temperatura rectal
- Vasos sanguíneos muy prominentes visibles en la piel
- Disminución del apetito y la sed
- Orina oscura
- Micción reducida
- Rendimiento reducido
- Membranas mucosas oscuras
- Espasmos musculares
- Golpes (aleteo diafragmático sincrónico)
- Ritmo cardíaco anormal (irregular)
- Recuperación lenta después del ejercicio
Esto a menudo se conoce como agotamiento por calor pero, si no se maneja de manera adecuada y rápida, puede progresar a un golpe de calor. Esto puede incluir ataxia y / o colapso.
Este es un extracto del Documento de Apoyo del Foro Deportivo de la FEI de marzo de 2018 “Sesión 6 – Optimización del rendimiento en un clima desafiante: Manejo de caballos en climas cálidos”, por el Dr. David Marlin y la Dra. Martha Misheff.
Fuente: horsesandpeople.com.au