La espina dorsolumbar del caballo actúa como un arco flexible que se mantiene ligeramente redondeada y está formada por los músculos abdominales y sublumbares.
La tensión en las riendas es la que marca la posición de esta zona, de manera que si es insuficiente, el peso de las vísceras del caballo hará que las articulaciones se extiendan, así como la espalda. Solamente si el caballo trabaja en una postura redondeada podrá mantener la separación adecuada entre cada vértebra; por ello, los caballos que tienen una postura natural pobre o músculos débiles deben activar y fortalecer la zona del core.
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El cuerpo del caballo está formado por tres segmentos axiales (cabeza, cuello y tronco) y las cuatro extremidades que sostienen y mueven todo el cuerpo. Así, el núcleo es el esqueleto axial junto con los tejidos blandos que están fijados en él. Mediante diferentes ejercicios, podemos mejorar la estabilización del núcleo del caballo. Algunos ejemplos son estiramientos, ejercicios de fortalecimiento de la base, de equilibrio, entrenamiento en diferentes pasos y velocidades, ejercicios en círculos o saltos.
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Fuente: Science Equine