Un gran número de caballos de deporte, por no decir todos, pasan la mayor parte de su vida en establos para evitar el riesgo de accidentes y percances que impidan su participación en las competiciones.
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Los caballos necesitan espacio para crecer y desarrollarse. La oportunidad de crecer en pastos amplios dentro de una manada les ofrece beneficios sorprendentes para convertirse en futuros caballos de alto nivel deportivo. Los potros aprenden desde los primeros meses a desarroyar un buen equilibrio sobre el terreno, sorteando y atravesando obstáculos como arroyos, troncos caídos, agujeros y rocas. Gracias a ello, el potro desarrollará buenos huesos, pies fuertes, capacidad atlética y cardiovascular y un se convertirá en un caballo seguro y valiente.
Los caballos que crecen en grandes extensiones, aprenden a desarroyar su instintos de pastoreo y se mantienen en constante movimiento, lo que contribuye, entre otras cosas a evitar cólicos. Estar en manada les permite aprender a construir relaciones y a ser caballos seguros y conocedores de su especie, de quienes son ellos y sus compañeros.
Todo esto los convierte, no solo en mejores atletas, sino también en caballos más felices.
Privarlo en la edad adulta de estas necesidades básicas y mantenerlo confinado, sin espacio en el que moverse, ni poder experimentar, distraerse o relacionarse con sus congereres les va a ir afectando a lo largo de su vida, ya sea a modo de estereotipias, volviéndose antipático o incluso agresivo, desarroyando apatia y a la larga lesiones y enfermedades.
Tenemos que ir buscando formas de mejorar la vida de nuestros caballos. Tenerlos físicamente bien cuidados, es importante y ciertamente necesario, pero no podemos olvidarnos de sus otras necesidades. Buscar terrenos en los que se puedan mover, buscando compañeros con los que se lleven bien, dándoles forraje con sistemas de alimentación lenta, para alargar las horas de ingesta aliementaria…
Cualquier cambio en esta dirección será bien recibida x tu caballo y eso se verá reflejado en su comportamiento, en la evolución en su adiestramiento y en los resultados competitivos, volviéndose un caballo más tranquilo, activo y colaborador.
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