Cualquier entrenamiento que queramos hacer con los caballos debería empezar por el trabajo pie a tierra, pues gracias a éste, ya sea en libertad, con cuerda o riendas, se establece un vínculo más estrecho con el caballo, basado en la confianza y en el respeto.
El trabajo pie a tierra tiene numerosos beneficios, y se ha comprobado que los caballos que entrenan regularmente de esta forma, están más relajados, por lo que aprenden mejor y tienen un mejor rendimiento. Con este tipo de entrenamiento podemos enseñarles, desde cómo moverse en equilibrio con un jinete, la ayuda de la voz, las ayudas que utilizaremos después a la hora de montar, la incurvación, el trabajo lateral hasta el trabajo reunido.
La precursora de esta escuela es Peggy Cummings, «trabajando para establecer un lenguaje universal entre el jinete y el caballo».
En la actualidad, como en tantos otros ámbitos de la vida, se considera un éxito llegar cuanto antes a un determinado objetivo, y estamos acostumbrados a ir con prisas.
Hemos de partir de la premisa que estamos relacionándonos con seres vivos y con sus emociones, que no todos los caballos son iguales y que para un caballo no es natural ejecutar todo lo que le pedimos. No podemos pretender domar un potro en dos horas o llegar a un determinado nivel de doma con caballos jóvenes.
Por ello, desde mi humilde punto de vista, le debemos respeto y admiración al caballo, porque siendo un animal tan grande, sensible y fuerte se esfuerce por llegar a realizar nuestros objetivos. Creo que es nuestra responsabilidad hacer este camino fácil y entendible para ellos, en el qual se sientan partícipes y no como máquinas ejecutoras de órdenes.
Este tipo de entrenamiento puede ayudarnos a acceder a otro nivel de monta, donde los caballos estén más felices, saludables y relajados en el proceso.
Podemos englobar los beneficios del trabajo pie a tierra en 3 grandes áreas:
- Los entrenadores están más relajados y lo transmiten a los caballos. Se han publicado numerosos estudios sobre cómo afectan las emociones de las personas a los caballos. Es importante tomarse el tiempo necesario para enseñar al caballo pie a tierra, estar más centrados en el proceso que en cómo llegar a esos objetivos.
- Los caballos entienden mejor las ayudas y lo que esperamos de ellos. Pie a tierra es más fácil observar qué patrones de movimiento tienen los caballos, que sentirlo cuando vas montado. Además, no estamos interfiriendo en estos patrones al no llevar el peso del jinete, de esta forma se pueden establecer mejor las pautas de entrenamiento.
- Podemos enseñar al caballo la postura correcta para soportar el peso del jinete, enseñarle a desbloquear los patrones de tensión para que tengan mayor equilibrio, favoreciendo la libertad de movimiento y elasticidad. En definitiva, que logre un mayor equilibrio físico que le ayudará también al equilibrio mental y emocional, con lo que responderá mejor a nuestras ayudas.
Si enseñamos al caballo una buena base pie a tierra, cuando lo montemos ya sabrá lo que le estamos pidiendo, ya que hemos establecido un patrón de conducta que ayudará a que no surjan conflictos al montarlo, evitando así la confusión y facilitando la relajación del caballo.
Los ejercicios de Equitación conectada están diseñados para enseñar a los caballos el patrón postural que necesitarán para poder llevar de forma confortable el peso del jinete, relajando las posibles tensiones y bloqueos.
De esta forma, podemos mejorar malos patrones posturales de los caballos, tanto por su morfología como por un entrenamiento inadecuado.
Los caballos no han nacido para ser montados pero con un buen entrenamiento podemos ayudarles a hacer más fácil lo que deseamos de ellos, dándoles mayor conciencia de su cuerpo, saber reequilibrarse con el peso del jinete y a utilizar sus cuatro extremidades en vez de cargar el peso en el cuarto delantero, que es lo natural para ellos.
Melín trabajando con dos cuerdas al trote, pidiendo al caballo que mantenga oscilación en su nuca para mejorar el remetimiento de los posteriores.
Trabajo con un caballo joven. Se pueden observar la sincronización en el paso, ayudándolo a ceder en la nuca para obtener mayor conexión y traspasar ésta a la hora de montarlo.
En siguientes artículos explicaremos los ejercicios que nos ayudan a obtener una conexión entre los posteriores y un contacto suave, ligero, dejando fluir la energía desde detrás hacia delante. Sentiremos cómo el caballo puede utilizarse biomecánicamente en sincronía con el jinete, y la importancia de ser consciente de cómo nuestra postura afecta al cuerpo del caballo, tanto pie a tierra como montado. Podemos o bien canalizar su energía o bloquearla.
https://www.youtube.com/watch?v=wpbgFnCrNQ0