Si los caballos pudieran elegir la cantidad de tensión que quieren en su boca, ésta sería menor de la que suelen ejercer los jinetes. De hecho, al montar, usamos el triple de tensión en las riendas que la fuerza que haría el caballo.
Según un estudio realizado por Lara Piccolo y Kathrin Kienapfel, de la Ruhr-Universität Bochum en Alemania, los caballos, con riendas laterales y sin un jinete, optaron por un contacto alrededor de 1kg. En cambio, los jinetes motados estaban usando una fuerza significativamente superior para mantener el mismo ejercicio y al mismo ritmo; en concreto, de 3kg. El estudio tenía como objetivo ver que tensión generaban los caballos o jinetes en las riendas y evaluar el nivel máximo que un caballo mantendría por su propia voluntad. Además, pretendía observar los comportamientos conflictivos que surgían en relación a dicha tensión. Estos comportamientos, como movimiento de la cola, nerviosismo, sonidos con la boca o las orejas echadas hacia atrás, fueron cinco veces más habituales cuando los caballos se montaban y recibían en la boca mas presión generada por el jinete, que cuando se entrenaban pie a tierra.
Participaron en la investigación 13 caballos con un entrenamiento básico, y se analizaron al paso, al trote y al galope, tanto con su jinete habitual como sin él. Los resultados se obtuvieron gracias a unos sensores personalizados de tensión y el análisis en vídeo para evaluarse con un etograma.
Según los autores del estudio, aunque hay otros aspectos que pueden contribuir a la incomodidad y/o al estrés del caballo, parece que «una disminución del nivel de tensión de la rienda durante la monta podría conllevar menor incomodidad y, por lo tanto, menos comportamientos conflictivos». Debido a que la capacidad de los caballos para aprender depende, en gran medida, de su estado mental, un uso más ligero y moderado de las riendas también podría influir positivamente en el aprendizaje. Los investigadores agregaron: «Un estímulo a través de las riendas se debe administrar con la menor tensión posible, seguido de una liberación inmediata después de que se haya logrado la reacción deseada».
Si bien este estudio piloto incluye un tamaño de muestra bajo, los hallazgos advierten que es necesario seguir investigando en este sentido. Está previsto ampliar la investigación con otros caballos y refinar las cifras para obtener una visión más amplia para encontrar la tensión de rienda aceptable para la mayoría de los caballos.
Fuente: Horse&Hound