Hablar sobre si es correcto tumbar al suelo al caballo puede ser como discutir sobre política. Algunos están deacuerdo y otros totalmente en contra. Las creencias y tradiciones son fuertes, pero la ciencia habla más alto.
Estamos aquí para cambiar estas tradiciones con información científica sobre que sucede en el cerebro del caballo cuando se tumba. Algunas imágenes pertenecen al Congreso de Buenas Prácticas de un entrenador que trabaja con caballos salvajes en el Centro de Mustangs Salvajes en Freemont, Utah.
Dejemos unas cosas claras antes de empezar:
- Estas prácticas deben ser llevadas a cabo por personas profesionales, en un ambiente tranquilo, inflingiendo el menor estrés posible al caballo. Idealmente, es una práctica tranquila, libre de drama.
- En términos neurológicos, los caballos experimentan un cambio al tumbarse. En las manos equivocadas este cambio no será positivo.
- Hay un montón de cosas que aún no sabemos. Los entrenadores de caballos en cualquier caso deberían priorizar siempre el bienestar del caballo, no solamente en términos inmediatos a la hora de tumbarlos, sino también en las posibles consecuencias que se puedan ocasionar.
La ciencia
Primero es importante saber que hay más información más allá de la respuesta simpática del sistema nervioso de «Lucha o evádete» cuando un estrés o amenaza es impuesta o percibida como inminente. La teoría polivagal propone añadir la «congelación» entre las posibles reacciones.
En este estado, las pulsaciones, respiración y presión sanguínea decrecen. Las extremidades se aflojan. Conforme la química del cerebro avanza, creemos que es lo contrario a las respuestas psicológicas del «lucha o evádete». Es también lo contrario al estoicismo que podemos ver en la indefensión aprendida, incluso para un observador poco informado, podría parecerse. En la indefensión aprendida u otros comportamientos de estrés, los niveles de cortisol y otros índices de estrés (como las pulsaciones, etc) son elevados, no sólo con el ejercicio de tumbarse.
Segundo, lo que está pasando en el cerebro de tu caballo en ese momento es puramente especulativo en este punto, creemos que la actividad en la región media del cerebro (PAG) es esencial para dilucidar qué pasa neurológicamente al tumbar un caballo.
La PAG modula el circuito del dolor en el cerebro hasta el cordón espinal y es conocida por inhibir el dolor. Produce células encefálicas, que son como neurotransmisores con un potente efecto sedativo como el opio, clasificadas como endorfinas.
Por supuesto, el sentimiento de supervivencia no se limita sólo en manejar el dolor. Se trata también de manejar la posibilidad de daño o la percepción de un posible daño. En otras palabras, no tienes que experimentar dolor real para que el cerebro active un cambio químico para la redución del estrés. Esto también nos ayuda a apreciar cómo se cree que el PAG está envuelto en el fenómeno placebo.
El PAG tiene la habilidad de bloquear señales de dolor y puede también liberar opiáceos endógenos en áreas ricas en receptores opiáceos.
Creemos que en los caballos, el PAG puede estar involucrado en proveer un rápido bloqueo del dolor, con neuroquímicos ricos en opiáceos en situaciones estresantes y comprometidas. Considera a los animales que son presas y que han sido tumbados por un depredador a punto de ser devorados. El sufrimiento que sienten sería aliviado por este cambio neuroquímico. También explicaría lo que vemos como «rendirse» ante estas situaciones. Hablando en términos de evolución, «rendirse» puede haber beneficiado a los animales presa de un modo que ellos pueden haber incrementado la probabilidad de sobrevivir de algún modo a este escenario de amenaza y muerte.
Los entrenadores también ven esta situación de «rendición» cuando sus caballos han sido tumbados. A partir de cierto punto, ellos no van más allá. De hechos los caballos pueden permanecer tumbados durante varios minutos después de haber sido liberados. Algunos incluso se duermen.
Puede ser que el impacto analgésico del PAG tenga el efecto de «colorear de rosa» la experiencia. A menudo incluso el caballo empieza a soñar en paz tras haberse tumbado. Muchos entrenadores defienden las bondades de esta técnica, sobre todo con caballos difíciles (como caballos salvajes o viejos caballos cerreros).
Lo que diría el caballo sobre esta experiencia aún no lo podemos saber.
Fuente: HorseHead