«El tempo» es la velocidad del movimiento y «el ritmo» es un patrón de movimiento regular y repetido. Aunque en equitación son dos términos que se suelen confundir, hablan de cosas distintas: de la secuencia (ritmo) y de la velocidad (tempo).
El paso es un aire de cuatro tiempos, el trote de dos y el galope de tres. Se puede variar «el tempo» de cada aire, es decir, la velocidad, pero el caballo no cambiará «el ritmo» a no ser que cometa un error, tropiece, salte o pierda su equilibrio. «El ritmo» describe la secuencia de los pasos, pero no tiene nada que ver con la velocidad, así que ambos términos deben utilizarse para referirse a cosas distintas.
Por ejemplo, en doma, cuando alargamos el trote ( «ritmo» de dos tiempos), no debemos cambiar «el tempo» es decir, la velocidad de los trancos, sino extenderlos y ampliar la longitud de los pasos, manteniendo el equilibrio y la fuerza suficientes para mantenerlo.
[supsystic-price-table id=10]