Tenerife Horse Rescue es un santuario muy personal y diferente, fundado en el año 2018 por una joven pareja apasionada por llevar la rehabilitación de refuerzo positivo a la vida de los caballos, ofreciéndoles un hogar incondicional, en un santuario ecológico.
El refugio consta no solo de caballos y burros, sino también de animales más pequeños, como cerdos, cabras, conejos, aves de corral, reptiles y muchos perros y gatos. Todos procedentes de una vida de dolor y abandono.
La idea surgió hace muchos años, cuando Emma (una de las fundadoras) era niña y pasaba su tiempo rescatando animales y visitando granjas de mascotas. A medida que crecía, también crecía su pasión por los animales, en particular por los caballos. Se entrenó en muchos campos de la equitación, como primeros auxilios, gestión de picaderos o cuidado general del caballo y finalmente especializándose en el entrenamiento de refuerzo positivo, comunicación equina y el recorte del caballo descalzo o “barefoot”.
Pasaron muchos años hasta que conoció a Edo (co-fundador) y rápidamente se convirtieron en una pareja con una misión, rescatar caballos. Gracias al enorme entusiasmo, amor por los animales y una fuerte ética de trabajo, se convirtieron en un equipo imparable y tras encontrar el lugar perfecto, procedieron a fundar el primer santuario de caballos registrado en la isla de Tenerife, así nació Tenerife Horse Rescue.
Han pasado tan solo 3 años y el santuario está a rebosar, creciendo mucho más rápido de lo que se esperaba. Más de 300 animales han sido rescatados (28 equinos), actualmente cuentan con 18 caballos, 2 burros y una lista de espera que no para de crecer. Cuando se adquirió el santuario, el terreno estaba vacío e inutilizado, pero gracias a un equipo dedicado de voluntarios de todo el mundo, trabajo duro y muchos materiales reciclados, ahora consta de 6 potreros, más de 30 recintos menores, una sala de cuarentena, alojamiento para voluntarios, cocina comunitaria, una oficina y dos futuras áreas independientes destinadas al turismo sostenible, con el fin de financiar directamente el santuario.
Además del palpable amor por los animales, el santuario se basa en una vida sostenible, desde la obtención de alimentos hasta la energía solar, las edificaciones a base de elementos reciclados e incluso el agua, que se calienta a través del estiércol de caballo. Todo esto contribuye a la creación de un sistema eficiente, que nos permite seguir creciendo sin un gran presupuesto. No obstante, rescatar caballos es un trabajo costoso, especialmente en una isla donde los veterinarios especializados son limitados y el clima árido, que hace inviable el cultivo de alimento para animales, todo se importa, lo cual supone un alto precio.
Esta es a menudo la razón por la que tantos caballos llegan al santuario, debido al enorme coste de mantenimiento una vez dejan de “tener valor” y son abandonados. A menudo, se les considera un “pasatiempo” y desde el momento en el que no pueden hacer su trabajo, se les considera “inútiles”, llegan al santuario asustados, provenientes de condiciones tan malas que solo su piel los mantiene unidos a un pasado de hambre, crianza forzada, trabajo excesivo, falta de atención y/o un espacio adecuado. El objetivo principal en Tenerife Horse Rescue es devolver la voz a los animales, creando un santuario lo más natural posible para así permitirles sentir algún tipo de libertad durante el resto de sus vidas.
Se re-entrena a todos los animales a través de métodos libres de fuerza, incluido el entrenamiento con clicker o el entrenamiento con objetivos, procesos que devuelven la vida a los caballos y les proporciona un sentido de valía y felicidad, por eso, entre el enorme equipo de voluntarios (actualmente 30) contamos con expertos en el mundo equino que dedican sus días a mejorar la calidad de vida de todos los caballos en la finca.
Al no contar con ayuda gubernamental ni de empresas privadas, el santuario funciona gracias a los voluntarios, desde la construcción hasta la alimentación de pequeños animales, las redes sociales y el marketing. El equipo de la oficina crea videos de YouTube y gana seguidores en las redes sociales, fuente de casi el 100% del presupuesto para mantener el lugar en funcionamiento.
La creciente lista de espera crea la necesidad de expandir el santuario, por este motivo, acaban de firmar un contrato para comprar tierras vecinas que cuadruplican el tamaño actual del centro. Se están construyendo magníficos boxes con paddock, en los que poder continuar enriqueciendo la vida de estos caballos y tener el espacio para decir “sí” a todos aquellos que lo necesiten. Nuestro nuevo objetivo es no tener que mirar a un caballo y decir «no estás lo suficientemente deteriorado como para rescatarte», por culpa de la falta de espacio y los fondos limitados. No se obtiene beneficio económico alguno ni se pide nada a cambio, tan solo su confianza y su bienestar.
Administrar un santuario es una tarea desafiante, requiere mucho tiempo y sin embargo cada segundo vale la pena. Así, esperamos de corazón que os unais a este viaje, siguiéndonos en Facebook o Instagram, disfrutando de nuestros videos en Youtube o os decantentéis por unas vacaciones rurales rodeados de animales maravillosos.