La demanda por la incineración individual de los caballos para conservar sus cenizas va en aumento, aunque crece a un ritmo muy lento, sobre todo debido al desconocimiento de la existencia de este servicio.
Lorea Polo, veterinaria, regenta el crematorio de animales de compañía Inade en Orozco (Vizcaya), y no sabía dónde redirigir a las personas que le preguntaban por este servicio. Hay unos pocos crematorios en Alemania y Holanda, aunque el coste de incinerar a un caballo era muy elevado. Por eso, en 2015, Polo invirtió en la compra de un horno crematorio de mayor capacidad y de un camión con grúa para recoger al animal. Así, se convirtió en la primera empresa en España en ofrecer un servicio específico de incineración individual de caballos.
Desde entonces han incinerado caballos, ponis y burros de forma individual. El proceso de incineración para los equinos tarda unas 10 horas, más el tiempo de enfriamiento del horno, frente a los 90 minutos que requieren otras mascotas de menor tamaño. La quema da lugar a 15kg de cenizas, las cuales los dueños del animal recogen siempre, aunque no es obligatorio llevárselas. En estos dos años se han vivido muchas historias, pero destaca la de una deportista rusa afincada en España que incineró el caballo con el que compitió en los Juegos Olímpicos. También, el caso de los ponis que suele ocurrir que los padres regalaron un poni a su hijo cuando era pequeño y ha crecido y vivido como uno más de la familia.
El número de incineraciones individuales de mascotas ha ido creciendo, aunque en el caso de los caballos lo hace a un ritmo bastante lento. Además del desconocimiento de la existencia de este servicio, la gran mayoría de caballos cuentan con un seguro, de manera que la compañía aseguradora se encarga de llevar el animal a un horno de grandes dimensiones cuando éste muere. Éste es un freno al crecimiento del negocio, ya que el cliente final no sabe que puede contar con esta posibilidad.
Para ofrecer la confianza que el cliente requiere en estos casos, en los que hay un vínculo afectivo muy grande, la empresa Inade apuesta por ser totalmente transparentes en el proceso: disponen de un servicio a la carta que, por ejemplo, incluye videoconferencias en el momento de introducir el animal en el horno para que el propietario compruebe que se trata de su caballo.
La principal demanda procede con diferencia de Catalunya, ya que existe una concepción cultural similar a la de Inglaterra. La empresa ha recibido también llamadas de Andalucía, pero ninguna se ha hecho efectiva: en general, los propietarios de caballos tienen amplias extensiones de terreno y piden una autorización especial al municipio para enterrarlos en la propia finca.
Recientemente, un crematorio de mascotas de la zona de Levante también ha añadido la incineración individual de caballos a sus servicios.