Las redes sociales y la solidaridad de casi quinientos donantes han hecho posible que se alcancen los 16 mil euros, tres mil euros más de los que la reserva necesitaba en un principio.
“Nos hemos visto obligados a cerrar las puertas al público debido a la situación excepcional causada por el COVID19. No podemos hacer frente a la importante inversión anual para la compra de 90/100 toneladas de comida seca que se producirá entre mayo y julio y que debería llenar los pajares”. Esta es la delicada situación en la que hace unos días se encontraba Rukimón. Se trata de una reserva natural creada hace 22 años y situada en el interior del Parque Natural del Montnegre-Corredor, en la que viven más de 200 burros, donde se encuentran representados todas las razas de burros de la Península.
Ahora bien, lo que no podían imaginarse Joan y Paloma cuando describían el bache por el que pasaban, era que en tan solo unos días la solidaridad iban a hacer que la reserva, cuya misión principal es “evitar la desaparición de las razas de burros de nuestro país”, continuara su actividad a pesar de los estragos ocasionados por el Coronavirus. Pero asi ha sido.
Actualmente, a pesar de haber superado el objetivo económico, la campaña sigue activa. Además, como alternativa para seguir ayudando, los fundadores del centro han habilitado la opción de apadrinar burros, una medida que viene a solucionar a largo plazo los gastos periódicos de la reserva y la falta de visitas: “El mantenimiento de los burros y la reserva implica mucho más que el importe de la comida seca y el futuro se presenta incierto”.
Puedes acceder a la campaña a través del siguiente enlace: https://gf.me/v/c/gfm/8dsyc