La fiesta de «Sant Antoni» de Taradell (municipio de Cataluña, en la comarca de Osona) ha decidido adaptarse a los nuevos tiempos y apuesta por garantizar el bienestar de los animales que participan en la celebración.
Con este objetivo, la organización ha contado con la ayuda de la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA) que ha puesto en marcha un protocolo único y pionero en Cataluña para detectar si los caballos en este tipo de eventos sufren estres y dolor y, si es así, buscar la manera de evitar o minimizar las causas que lo provocan.
Para poder evaluar si sufren estres y dolor, FAADA, ha creado un equipo científico creado por diez personas entre los que se encuentran etólogos, veterinarios, una antrozoóloga y técnicos ecuestres.
En la pasada de este pasado domingo, este equipo científico ha filmado a los caballos y han monitorizado las pulsaciones de cuatro de ellos para poder conocer su estado en todo momento.
A partir de aquí, dicho equipo va ha ir a diferentes pasadas de Cataluña monitorizando y filmando caballos para tener datos suficientes para poder sacar conclusiones fiables y de esa forma poder adaptar los «Sant Antonis» a los nuevos tiempos. El equipo técnico de FAADA, ha propuesto a los ayuntamientos de Barcelona, Terrasssa y Molins de Rei para seguir con este estudio.
Otro de los aspectos que la asociación de los «Tonis de Taradell» ya ha empezado a aplicar es el de no dejar los caballos cargados en los vehículos de transporte más tiempo del necesario.
Y tampoco han habido grupos musicales, a excepción de unos «grallers» y de unos «bastoners» al inicio, para que no afectaran a los animales. El peso de los carros también se controla, pero parece ser que ya hace años que los «Tonis de Taradell» visten los carruajes para reproducir el cargamento pero sin exceso de peso. Y no ha habido caballos provenientes de tratantes de animales, la persona que sólo hace negocio y que quizás compra los caballos sólo para alquilarlos para las fiestas y luego se desentiende.
En cuanto al evento, han participado unos setenta carruajes en una mañana muy fría y con niebla. La mayoría de ellos, unos sesenta, son de los fondos de la asociación de los «Tonis de Taradell» que se han ido recuperando a lo largo de los años y que muestran diferentes usos y trabajos del campo. Una de las novedades que se ha podido ver a sido uno de los carros que se utilizaban en Vic para trasladar a los enfermos, estirados en una camilla de tela hasta el hospital y que con una campana avisaban de la urgencia para abrirse paso.