El casco, es decir, el estuche córneo exterior, es una parte fundamental del pie de caballo, de hecho, la más conocida, pero en este artículo os vamos a hablar de las estructuras internas.
En la imagen superior podemos ver con exactitud donde están situadas las falanges y el hueso navicular o sesamoideo.
La primera falange, hueso de la cuartilla o también llamada proximal por ser la que está más cerca del cuerpo del caballo, es la más larga de las tres.
La segunda falange o hueso de la corona, se encuentra localizada en medio de las tres falanges por lo que también se la denomina falange medial.
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La tercera falange o tejuelo tiene forma triangular y es la que se encuentra a mayor distancia del cuerpo del caballo, por lo que también se la denomina falange distal .
El hueso navicular es un pequeño hueso localizado detrás de la tercera falange cuya función más conocida es la de actuar como una polea soportando grandes presiones, ya que sobre él se desplaza y apoya el tendón flexor profundo (TFP).
La segunda falange sirve de anclaje al tendón flexor superficial o perforado y al hueso de la cuartilla o primera falange, la cual no forma parte estrictamente del pie. Por otra parte, el tejuelo o tercera falange actúa como anclaje al tendón extensor, el encargado de la extensión del pie. A su vez, por la parte inferior cuenta con una superficie rugosa que sirve de inserción del tendón flexor profundo o perforante.
El pie del caballo debe soportar el peso de todo el cuerpo del animal y amortiguar los impactos, a la vez que favorecer la impulsión. De esta manera, debe ser proporcional al peso corporal del caballo: es por este motivo que los pies demasiado pequeños en referencia a un peso elevado son los principales causantes de la mayoría de problemas en los pies.