Es creciente la oferta, quizá cada vez más que la demanda, de actividades con caballos más allá de las rutas o las clases. Entre ellas, está la de facilitación, coaching, «terapia»… con caballos. ¿Es pura moda o hay algo detrás?
Tras el confinamiento, las hípicas se llenaron de gente. Los caminos, se llenaron de gente. ¡Hasta los zopeteros y descampados urbanos se llenaron de gente! Todo el mundo quería «experimentar» y «vivenciar» la naturaleza.