Sí, has leído bien, si tu caballo no cojea, también puede tener dolor, en este caso hablamos de dolor músculo-esquelético.
Se tiende a creer que el caballo cuando cojea es cuando tenemos que llamar al veterinario porque tiene un dolor que le impide realizar una actividad con normalidad pero ¿y si te digo que eso no es así? Para ello, primero tenemos que entender varias cosas:
1. El caballo es un animal presa, eso quiere decir, que es una máquina de ocultar “problemas”, dolores… Porque en la naturaleza, al débil es al que se comen, entonces cuando los caballos presentan molestias, lo que van a intentar es ocultarlo, o como solemos decir los veterinarios del ámbito de la rehabilitación, van a compensar esa molestia, es decir, van a cambiar su patrón de movimiento para aliviar ese dolor.
Ejemplo: cuando nosotros tenemos una ampolla en el talón, tendemos a andar de puntillas, eso va a hacer que caminemos de otra manera, alteramos nuestro patrón de movimiento normal, por lo que usaremos una musculatura de más que normalmente, no usamos.
Esto ocurre con muchísima frecuencia en caballos y cuando ya no pueden ocultarlo más, aparecen las cojeras. Ojo, no es siempre así, hay cojeras que pueden producirse de forma aguda como cuando un caballo puede recepcionarse mal de un salto o un traumatismo. Pero en general, la cojera es una señal de que el caballo ya no ha podido compensar más.
Como en biología, dos más dos, no siempre dan cuatro; con los caballos ocurre que hay caballos que no muestran cojera en ningún momento y realmente están muy doloridos.
2. Los caballos suelen ir “mandando señales”, que nosotros debemos saber interpretar.
El año pasado se publicó un artículo* en el que se compartía un etograma de comportamientos del caballo montado. Un etograma es un catálogo o inventario de conductas o acciones exhibidas, en este caso por los caballos.
En este etograma se recogen diferentes comportamientos que pueden mostrar los caballos al trabajarlos y nos indica que si 8 o más de los 24 comportamientos descritos se muestran durante el trabajo, han comprobado que es indicativo de que hay dolor músculo-esquelético.
Este es un artículo que todo propietario debería leer y que sería muy interesante el grabarse un día el trabajo montado y evaluarlo junto con el etograma.
Señales como:
- No tiene voluntad de ir hacia adelante.
- Caballo que abre y cierra la boca al ir montado.
- Caballo que tiende a agitar mucho la cola.
- Caballo que tiende a rehusar los saltos sin que haya una causa evidente (como sería que haya un bidé y que tenga miedo a ese objeto)…
En la equitación hay muchos comportamientos y situaciones que hemos normalizado y que nos tienen que llamar la atención para indicar que hay algo que está pasando.
Muy bien, y ahora ¿cómo puedo hacer para ayudar a mi caballo e identificar estas situaciones que me indican que hay algo que no va bien?
- Observar:
Para ello, tenemos que educar la vista. Algo muy sencillo que podemos hacer es valorar el estado de la musculatura de nuestro caballo. Una musculatura correctamente desarrollada, suele ser indicador de que no hay dolor.
Aquí pongo varios ejemplos:
Aquí podemos comparar dos grupas en las que el desarrollo muscular de ambas es muy diferente. La musculatura de la grupa de la derecha está muy poco desarrollada, esto ya nos tiene que hacer pensar que algo no está bien.
Otro ejemplo sería este caso en el que vemos dos musculaturas de dorso muy diferentes.
2. Palpar y cepillado.
Otra herramienta que tenemos muy a mano, nunca mejor dicho, son nuestras manos. El acostumbrarnos a palpar a nuestro caballo nos va a ayudar mucho a identificar cuando hay algo “fuera de lo normal”.
Si esta herramienta la complementamos con el cepillo, nos va a ayudar a identificar zonas más sensibles en el caballo, y a identificar comportamientos que nos indiquen que el caballo no está cómodo.
Aquí os dejo varios vídeos en los que podéis ver cómo se puede palpar la musculatura de vuestro caballo y que respuestas son normales y cuáles no durante su palpación:
Palpación del cuello: https://www.instagram.com/reel/CmMy-OivqBn/
Palpación del dorso:https://www.instagram.com/reel/CnNADYDqW4P/
Palpación región de la cincha: https://www.instagram.com/reel/CnfCeN9IbtH/
Palpación de la grupa: https://www.instagram.com/reel/Cr1LAPOPJAk/
3. Interpretar todo el contexto:
El siguiente paso que podemos realizar es juntar toda la información que hemos obtenido en la observación, palpado y cepillado más el contexto e interpretar lo que está ocurriendo.
Ejemplo: Observo que tiene la musculatura de la grupa atrofiada, tiene dolor en la palpación de la grupa y al montar noto que le cuesta meter los pies – en este caso es muy probable que ese dolor le esté impidiendo el desarrollo de la musculatura y un correcto movimiento.
En este punto, el siguiente paso sería contactar con un veterinario quiropráctico/rehabilitador para determinar el porqué tiene ese dolor, aliviarlo para seguir unas pautas de trabajo correctas para cambiar la situación.
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